Opinión

“Indignados” dominicanos

“Indignados” dominicanos

En el territorio nacional, hay diseminados miles de dominicanos indignados por el deterioro en la calidad de vida, ocasionado por la falta de empleo, la carencia de una vivienda, creciente inseguridad ciudadana, enorme corrupción, pobreza indescriptible y abismal desigualdad social. El descontento está disperso y necesita agruparse para lograr conquistas. La falta de unidad y cohesión impide que avancemos hacia metas que redunden en beneficio de la población.

   Los indignados son movimientos espontáneos de protesta que han surgido en Europa y estremecen varias ciudades de Estados Unidos. Las protestas se iniciaron en Wall Street, New York, contra la economía tambaleante y la codicia empresarial. Las manifestaciones parecen indetenibles, no obstante la represión policial.

   Es lamentable que el pueblo dominicano permanezca en una modorra, pese al cerco económico que padece. Es el deseo de muchos de que se produzca el despertar de los indignados de este país.

   La lucha de los sectores que propugnan por el cumplimiento de la ley que asigna un 4% del Producto Interno Bruto al sector educativo, podría ser el germen que aglutine a los indignados de este terruño. El hedonismo tiende a sustituir los ideales, los valores, que deben primar en los seres humanos que se afanan por el reino de las virtudes.

   Estamos cansados de ditirambos y de enunciaciones que no aterrizan para cambiar el atraso, sin esperanza de ver luz al final del túnel. Los indignados del patio tienen que lanzar un grito de guerra para que se sienta el poder de su fuerza y vencer la sordera, la indiferencia y la insensibilidad de los núcleos económicos y políticos que detienen su progreso.

   ¡Indignaos, compañeros!, alcemos la bandera de lucha para provocar transformaciones en las viejas y anacrónicas estructuras del Estado y avanzar hacia el advenimiento de una sociedad más justa.

El Nacional

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