Opinión

CATALEJO

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Anulfo Mateo Pérez

Patología de la violencia (1)
Continúa siendo un desafío hasta para los expertos, o se hace en extremo difícil, sino imposible, una delimitación exacta de la agresión, ataque, hostilidad, violencia y destructividad, y sus contrapartes dialécticamente expresadas, como son el alejamiento, defensa, paz, ternura y creatividad.

Es un criterio común compartido entre especialistas, que esos elementos en su interrelación dinámica tienen implicaciones ontológicas, antropológicos, sociológicas, jurídicas, psicológicas y psiquiátricas.

Así se presentan, como inseparables, en un contexto integrativo. La agresión es un impulso innato del ser humano. Es la energía y la voluntad expresada en las más diversas formas, individual y colectiva.

La agresividad puede ser o no lesiva a otros. Es aprendida del entorno psicosocial y modificada de forma sistemática por la experiencia. La hostilidad es la agresividad orientada hacia otras personas.

De manera que la hostilidad se expresa con el propósito consciente o no de generar daño o dolor a los demás. Y la violencia es la expresión manifiesta, abierta, brutal de la agresividad, que puede ser letal.

En nuestro medio es cada vez más preocupante la violencia manifiesta, desenfrenada, en términos individuales y colectivos, resultado de las injusticias sociales, desigualdades económicas acumuladas.

La violencia se genera por el empobrecimiento progresivo y aprendizaje socio y psicopático, generado por una sociedad orientada hacia su disolución, en la que juega un papel relevante la transculturación.

Frente a esta realidad, las leyes e instrumentación de las mismas, en cuanto a la tenencia y porte y de las armas de fuego legal e ilegal en la población, ameritan una valoración más integral y racional.

El Nacional

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