Esa fase había sido interrumpida el 25 de septiembre de 1963 con el derrocamiento del profesor Juan Bosch por un golpe de Estado

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La mayor manifestación popular improvisada, jamás registrada en la historia republicana del país, que apuntaló la sublevación militar de los campamentos 16 de Agosto y 27 de Febrero, el 24 de abril de 1965, fue el inicio de un proceso hacia la democracia que ha sido irreversible.

El conflicto bélico más sangriento de la historia dominicana -dejó más de cuatro mil muertos- fue la consecuencia de la interrupción de un intento de comenzar un sistema de gobierno en que el pueblo ejerciera la soberanía mediante la elección libre de sus dirigentes.

Sin embargo, esa aspiración fue frustrada el 25 de septiembre de 1963 por un golpe de Estado contra el profesor Juan Bosch, dirigido por los militares, con el respaldo de los cívicos y con la complacencia de Estados Unidos.

La revolución inicia cuando un grupo de militares jóvenes, encabezado por el capitán Mario Peña Taveras, apresa al general Marcos Rivera Cuesta, jefe de Estado Mayor del Ejército Nacional, en su oficina, alrededor de las 1:45 de la tarde del sábado 24 de abril de 1965.

Peña Taveras, acompañado principalmente por un grupo de sargentos, cabos y rasos, irrumpe en la oficina del general Rivera Cuesta y lo encañona con una ametralladora para que entregara su arma.

“General Rivera Cuesta -le dice Peña Taveras- entregue su pistola”.

Sin la más mínima resistencia, el bravío capitán arrebató la pistola al general.

Testigos de la acción dicen que el general Rivera Cuesta le preguntó a Peña Taveras: ¿qué es lo que está pasando?

Previo al arresto del general, Peña Taveras y su grupo desarmó en la puerta de entrada al mayor Pompeyo Vinicio Ruiz.

Los sublevados también desarmaron al coronel Maximiliano Américo Ruiz Batista, subjefe del Ejército.

Esta acción tomó por sorpresa a los líderes de la conspiración, que en el plano local encabezaba el coronel Miguel Ángel Hernando Ramírez, y al líder del movimiento, coronel Rafael Fernández Domínguez, quien se encontraba en un exilio diplomático.

La fecha del levantamiento contra el Gobierno del Triunviarato que dirigía el doctor Donal J. Reid Cabral era el lunes 26 de abril de 1965 en el campamento 16 de Agosto, situado en la autopista Duarte.

En una reunión de los compiradores se había determinado que si continuaban los arrestos de los complotados había que actuar, como efectivamente ocurrió, cuando el 23 de abril de 1965 el general Rivera Cuesta ordenó apresar a los tenientes coroneles Giovanni Gutiérrez Ramírez y Pedro Álvarez Holguín, los mayores Juan Lora Fernández y Eladio Ramírez Sánchez, y el capitán Aníbal Noboa Garnes.

El capitán Peña Taveras. enterado de la orden, procedió el 24 de abril a la detención del alto mando del Ejército.

El dirigente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) José Francisco Peña Gómez, que producía el programa radial Tribuna Democrática, órgano de esa entidad, fue informado por el capitán Peña Taveras del arresto de los jefes del Ejército y del levantamiento de los campamentos 16 de Agosto y 27 de Febrero.

Incrédulo en principio, Peña Gómez llamó al pueblo a lanzarse a las calles y en cuestión de minutos la avenida Duarte, la principal arteria comercial del país, estaba inundada de gente que reclamaba la salida del poder del Triunvirato y el retorno del defenestrado presidente Juan Bosch.

La enorme manifestación sorprendió a la Policía, que turbada por la magnitud del acontecimiento se cruzó de brazos mientras la multitud llegaba al Altar de la Patria como un símbolo de redención.

Ese sábado 24 por la noche, Donald Reid Cabral habló al país por radio y televisión con el fin de conseguir que los militares rebeldes depongan las armas. Sin embargo, el domingo 25, en las primeras horas de la mañana los militares constitucionalistas entraron a la ciudad de Santo Domingo respaldados por una impresionante manifestación de civiles dando al traste con el gobierno de Triunvirato.

Un grupo de militares tras ocupar el Palacio Nacional integra el Comando Militar Revolucionario, encabezado por los coroneles Vinicio A. Fernández Pérez, Giovanni Gutiérrez Ramírez, Francisco Alberto Caamaño Deñó, Eladio Ramírez Sánchez y Pedro Bartolomé Benoit, que asume el Gobierno a las 10:30 de la mañana. En horas de la noche de ese día fue designado el doctor Rafael Molina Ureña como presidente provisional por haber sido el presidente del Senado durante el Gobierno de Bosch.