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5 errores atroces que no debes cometer al buscar trabajo

5 errores atroces que no debes cometer al buscar trabajo

Elizabeth GaroneBBC Capital-

Todos hemos oído historias de entrevistas de trabajo desastrosas, como la del joven aspirante que llegó con un sándwich en la mano porque, después de todo, era a la hora del almuerzo.

Pero las primeras impresiones empiezan a formarse mucho antes de la entrevista.

Comienzan con la carta de presentación y el currículo, que con frecuencia no son impecables.

BBC Capital le preguntó a especialistas en recursos humanos, gerentes y asesores profesionales cuáles son los errores más atroces que han visto en postulaciones a empleos y cómo arreglarlos.

1. Copiar y pegar no es buena idea

Matthew Lanier, un especialista en captación de personal de la compañía de tecnología Eliassen Group, recuerda el currículo de un candidato de unos 20 años, con experiencia en el área de ventas y servicios al cliente.

A Lanier le sorprendió encontrarse con que supuestamente había trabajado a nivel ejecutivo con una importante empresa del mundo de las finanzas, así como en otras compañías hacía casi 10 años.

Los currículos y cartas de presentación dan pie a las primeras impresiones sobre nosotros.

Resultó que el aspirante había buscado currículos con aspecto profesional en internet, encontró uno que realmente le gustó y copió y pegó su propia experiencia encima.

Pero, por error, dejó parte de la historia de la otra persona, así como sus datos de contacto.

“Tienes que asumir que tu CV va a ser examinado y que un descuido puede significar la diferencia entre obtener el empleo o que te descarten”, escribe Lanier.

También hay otra razón importante que te tomes tu tiempo al elaborar tu CV: te será más fácil respaldar tu historia en las entrevistas, añade Lanier.

“Hay una diferencia enorme entre el candidato que puede aplicar naturalmente su experiencia a lo que se le pregunta y aquel que busca la respuesta a cada pregunta en su currículo”.

Cuando Ed Zitron, fundador de EZPR, una compañía de relaciones públicas en San Francisco, publicó un anuncio para una pasantía pagada en un sitio de internet, recibió más de 100 postulaciones. Ninguna incluía una carta de presentación personal.

“Todas eran formularios, claramente copiados y pegados”, dice Zitron.

Su consejo: no envíes una carta genérica, nunca jamás.

En cambio, habla un poco de quién eres y cómo eso puede funcionar en el puesto al que estás aspirando.

Invierte algunos minutos buscando información sobre la compañía en Google. Si tienes el nombre de un contacto, reúne información también sobre esa persona.

2. Enviar postulaciones en forma indiscriminada

En Australia, la asesora ejecutiva Irene McConell tiene clientes que se han postulado a más de 100 empleos a la semana. Esto es un gran error.

“Las empresas recuerdan tu nombre y comienzan a asociarte con ‘ese tipo que me llena el correo de basura cada vez que hago una oferta de empleo”, dice McConell.

Piensa en las casas que han estado en el Mercado demasiado tiempo. Uno empieza a preguntarse si algo anda mal con ellas y por qué no se venden.

No creas que las empresas no saben cuáles postulantes han estado dando vueltas.

Hay algunos signos claros: un CV o una carta que no responden exactamente al empleo, que tienen el nombre de la empresa equivocada o el título del empleo incorrecto, añade.

El mundo del reclutamiento de personal es más pequeño de lo que piensas.

3. Incluir fotos que no corresponden

Roy Cohen, un veterano asesor en materia profesional, recuerda una ocasión en que una cliente incluyó una foto suya en bikini como parte de una postulación a un empleo.

La cliente había acudido a él, frustrada porque no lograba pasar de la primera ronda de selección de personal ni la llamaban a muchas entrevistas.

La actriz Jane Mansfield en una foto de 1955
A la actriz estadounidense Jane Mansfield le valía incluir una foto en bikini en su CV… Pero es la excepción.

“Antes de que nos reuniéramos por primera vez, le pedí que me diera un poco de información, un CV, una carta de presentación de muestra”, cuenta. “Así descubrí que lo estaba haciendo todo mal”.

Ella quería trabajar en el área de mercadeo de una firma de inversiones y le dijo a Cohen que sabía que este tipo de empresas típicamente contrataba a “chicas lindas”, así que pensó que la foto le daría la ventaja.

Shikha Arora, a cargo de selección de personal de SAP Asia, una compañía con sede en Singapur, se ha visto con otros problemas de foto.

“Una vez recibí una postulación de un profesional con experiencia de Hong Kong. El archivo tenía 14MB y me sorprendió encontrar más de 10 fotos en el documento”, cuenta.

Algunas de mostraban al aspirante recibiendo premios y otras en su hobby favorito.

4. No seguir las instrucciones

A Emily LaRusch, fundadora de los servicios de recepcionistas virtuales Back Office Betties, le gusta poner a prueba a los aspirantes desde el principio.

Recientemente incluyó dos instrucciones directas en una oferta de empleo y especificó que quienes no aplicaran como se les había instruido no serían tenidos en cuenta.

Recibió más de 30 postulaciones en dos días; solo tres personas siguieron las instrucciones y solo una hablaba bien el idioma. Es la única persona que LaRusch consideró para el empleo.

“Se supone que es en esta etapa que los aspirantes tratan de hacer un mejor papel, así que no me puedo arriesgar con alguien que no puede seguir las primeras instrucciones que le doy”, dice.

5. “Desbordar” confianza en sí mismo

Amy Silverman, editora gerente de Phoenix New Times, recientemente puso un anuncio para buscar a un crítico de restaurantes para el blog del periódico.

¿Lo que aprendió?: “todo el mundo come, así que todo el mundo cree que puede convertirse en un gran crítico de comida”.

Aún más preocupante, Silverman encontró que mucha gente no se toma el proceso de postulación muy en serio.

Niños prueban mantequilla en Francia
Todos podemos comer, todos podemos tener una opinión, pero no todos podemos ser críticos de restaurantes…

De rehusarse a enviar un CV a las excusas más extrañas, lo ha visto todo.

“No tengo un currículo. Tengo un negocio propio y, francamente, no me importan para nada los currículos”, le dijo un aspirante una vez.

De más está decir que Silverman lo descartó inmediatamente.

Otro candidato le habló de “humectar” el paladar y otro le dijo que tenía “muy poca o ninguna experiencia” en materia de restaurantes.

Su consejo: “si quieres que te den un empleo como redactor, no envíes una carta con errores gramaticales y de tipografía”.

El Nacional

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