Opinión

60 años por feminicidio

60 años por feminicidio

El horroroso crimen de asesinato-femenicidio, estrangulamiento, violaciones sexuales diversas, deberán ser condenados a la pena de 60 años de prisión, sin otorgamiento de garantías económicas (fianza), libertad o perdón condicional ni indulto.
Un caso patético fue lo ocurrido recientemente en el sector La otra Banda de Santiago, por Adrián Felipe Díaz Polanco, ex marido de la joven Yanibel María Ramírez Gómez, quien deja en la orfandad a dos niños y sus familiares sumergidos en el llanto, tristeza, dolor, impotencia y precariedad económicas.

Ese hombre hay que llamarlo el “Monstruo”, siendo lamentable que se encuentre preso y gozando de una serie de privilegios y ahora a ese monstruo, el Estado Dominicano con los dineros que paga el pueblo, inclusive la infeliz víctima, hay que mantenerlo, ofrecerle ropas, alimentos, permitirle mujeres en la prisión, traslado en vehículos, proveerle los servicios de un abogado, si este lo desea.

Y ahora ¿quiénes ayudarán a la víctima?, ¿protegerán a sus dos hijos, su madre cuando todavía no es conocida ninguna disposición legal que auxilie a sus familiares con la designación de un abogado para defender sus derechos en la justicia?.
El agresor Díaz Polanco actuó por motivos inmorales y sádicos; innoble es lo ruin, lo vil, perverso y mezquino, y quien delinque por un motivo inmoral, se puede considerar como un delincuente perverso.

El cruel victimario de Yanibel María Ramírez Gómez, con apenas 20 años de edad, actuó bajo la preparación ponderada de un crimen, pues preparar es arreglar, disponer, prevenir o afrontar los medios, instrumentos y circunstancias para cometer el hecho con gran seguridad y eficacia malvada, abusando de la inferioridad personal de la víctima, la cual puede depender de la edad, del sexo, del tiempo, lugar o situación especial del ofendido al momento de la agresión a sus derechos.

La justicia ni la sociedad dominicana, mucho menos el pueblo de Santiago ni los familiares y amigos de Yanibel María, pueden ni deben creer jamás en supuestas expresiones de perdón y excusas externadas por el victimario, pues por amor no se mata, ni asesina a nadie.
Otro crimen que ha consternado al país es de la estudiante Francesca Lugo, quien rendía culto al trabajo y al estudio, al deporte y al país, asesinada por quienes hoy piden que se respeten sus derechos los que ellos pulverizaron salvaje y cobardemente en contra de la víctima, su familia y la sociedad.

Ojalas las instancias pertinentes procedan a la creación o apertura de cinco juzgados especiales o de excepción para que conocer y juzgar los crímenes capitales y otras variantes, que bien podrían ser instalados en el Distrito Nacional, la provincia Santo Domingo, San Cristóbal, Santiago y La Romana y la designación de un fiscal nacional, que hace falta en nuestro adolorido país.
La máxima pena para este monstruo y encerrarlo en una solitaria por cierto tiempo.
¡Paz al alma de Yanibel María Ramírez Gómez!

El Nacional

La Voz de Todos