Opinión

A PLENO SOL

A PLENO SOL

 Entre la percepción y la realidad, solo está de por medio el color del cristal con el cual cada quién vea las señales. Septiembre se inicia en medio de un aumento general de bienes, servicios, comestibles, combustibles y el dólar.

La cotización del dólar sobrepasó la barrera del 43%, pero descendió luego de las medidas tomadas por las autoridades. Esa herida, sin embargo, necesita tiempo para sanar.

La confianza de los inversionistas y del pueblo sencillo, se pone en juego. Ya muchos especuladores aumentaron los productos de acuerdo a ese tope del 43%.

El presidente  Danilo Medina no acepta torpeza. Cuando se anunció un aumento entre un 1 y un 4% a la tarifa de energía eléctrica, lo paró de inmediato. Mal paso de funcionarios irresponsables, pues la mayoría de los sectores  de la capital dominicana denuncian apagones hasta de doce horas.

Parece que hay funcionarios que quieren hacerle daño al gobierno.

También aumentaron los precios de los combustibles, en momentos en que se va calentando la posición norteamericana en torno a Siria. Al parecer, poco está beneficiando al país que Venezuela dé precios y facilidades especiales al combustible.

Un teórico dirá que no hay inflación ni agiotismo sino mera percepción. Bueno, no hay percepción en el que no tiene trabajo, al que la crisis lo agarra por el cuello. Allí hay suicidio social, realidad, muerte y desamparo.

En la macroeconomía, se puede bajar la prima del dólar con una inyección de cien millones de pesos, pero es un crimen  olvidar la economía de los cheles, donde la comida aumenta de precio en forma vertiginosa.

Si el poder adquisitivo del peso es de sesenta centavos, lo que no vale una menta, no hay percepción, sino miseria. Un comienzo difícil para un mes de calor.

El Nacional

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