Opinión

A PLENO SOL

A PLENO SOL

 

La lucha por el poder tiene momentos en que se triunfa o se buscan vías alternativas, para preservar lo que se tiene. Es la situación en el Partido Revolucionario Dominicano, donde a un sector solo le va quedando el camino de iniciar la conformación de otro grupo político.

El sector de Hipólito Mejía tiene fuerzas en las calles y en los titulares de periódicos, pero perdió la guerra institucional. Por consiguiente, solo le queda renegociar un retorno o fundar un nuevo partido político. El  próximo año será el momento de lanzar las precandidaturas. Solo lo podrá hacer el sector reconocido por la Junta Central Electoral. Vargas Maldonado tiene esa ventaja sobre el sector de Hipólito.

El grupo de Hipólito, o se va o se queda, pero no puede seguir en líneas de enfrentamientos estériles. No puede perder tiempo. La lógica política  no aconseja, sino que enmarca. A ese sector del PRD solo le queda el camino del retorno o de la salida, pero en lo inmediato.

Pero ambos sectores deben saber que la crisis del PRD es un fraccionamiento individual de la sociedad dominicana. El PRD es parte del pueblo dominicano, pero no la totalidad.

Como parte del pueblo, la crisis del PRD no es un problema nacional. Si un partido desaparece, otras fuerzas tomarán su lugar. El PRD de los viejos robles ya es un cadáver, el PRD de los jóvenes viejos, no cabe en la sociedad dominicana de hoy. Para terciar en la política nacional se necesita un lenguaje de paz, de concertación, de búsqueda conjunta del desarrollo y sobre todo de tolerancia y  solidaridad.

Los caballos del PRD no tienen ya  cancha donde correr.

 

El Nacional

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