Opinión

A rajatabla

A rajatabla

Elevar el debate

La oposición se empeña en contaminar el debate electoral con un discurso simplista, oportunista y clientelar, ausente de propuestas razonables, que combina mentiras e inexactitudes con algunas verdades, algo así como un brebaje con amargo de acíbar.

No quiero decir que el del Gobierno sea una arenga de mejor contenido, porque al Presidente y sus ministros les corresponde defender las iniciativas que emprenden, por lo que con ellos se cumple el dicho de que “por sus frutos los conoceréis”.
A partidos y candidatos opositores les corresponde demostrar que la gestión de gobierno no es buena o resaltar sus mayores fracasos, pero no es saludable para la democracia que desde esa poltrona se mercadee con mentiras o medias verdades, no al menos como cuestión cotidiana.

La población a lo que aspira es a un debate electoral de contenido, sin elaboradas mentiras
El de Danilo Medina no es cualquier Gobierno, al menos así lo señalan las encuestas que lo sitúan muy alto en la estima de la gente, pero que además son muchos e innegables sus logros, por lo que la oposición debería emplearse a fondo para convencer al electorado de que haría una mejor gestión.

A lo que aspiran los ciudadanos es a un debate electoral de contenido, sin superficialidades ni elaboradas mentiras o falsedades. Tampoco la pretendida manía de pintar pajaritos en el aire. La población anhela que los candidatos exhiban ropaje de estadistas.
Como ejemplo de lo que digo señalo la última exigencia del candidato opositor para que el gobierno reduzca un 25 por ciento a la tarifa eléctrica, bajo el alegato de que el precio del petróleo se redujo en esa misma proporción. Ojalá que fuera de un 90%.
Un potencial estadista no propondría algo semejante, no sin referir primero cómo el Gobierno conjuraría la deuda de 800 millones de dólares a los generadores de electricidad, sin causar mayor déficit fiscal y por consiguiente elevar la deuda pública.

Tampoco debería ignorar que ese déficit que asciende en promedio a US$1,200 millones al año, se produce porque la tarifa eléctrica es subsidiada por el Gobierno a los sectores clase media baja y de menores ingresos.

Suena bonito exigir reducir en un 25% la tarifa eléctrica, prometer 50 dólares a cada policía o regalarle un iPad a cada estudiante, pero un discurso responsable debería indicar las fuentes de sustentación de esas promesas. No es aconsejable burlarse de la inteligencia de la gente.

El Nacional

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