Perdieron el juicio –
Por sus irracionales abordajes sobre temas económicos, sociales o jurídicos, el proceder de algunos políticos parece oscilar entre la ignorancia o pérdida de juicio, porque de otra manera no se explica el encanto que sienten cada vez que introducen sus extremidades en fango del error o del ridículo.
El fallido intento de inhabilitar el positivo impacto de las Visitas Sorpresa, parecía un simple extravío al inicio de una estrategia electoral que tendría mejores resultados, pero el litoral de oposición ha insistido en el extravío como si concursara en algún certamen de cretinismo.
Un siguiente paso fue el de involucrar a la Policía en la campaña electoral con la fantasiosa promesa de aumentar a 22,500 pesos el salario de sus agentes y a 200 mil el de los generales, sin identificar fuentes de financiamiento, pero menos aun, sin referirse a la necesidad de aplicar una reforma fiscal.
Todos estamos de acuerdo en incrementar el magro salario de todos los miembros de la institución del orden, y en promover una reforma profunda en ese cuerpo, pero se sabe que esa y muchas otras iniciativas depende de una fiscalidad que incremente los ingresos, pero esos políticos prefieren empantanarse en lodazar de demagogia.
Ese litoral de oposición creyó encontrar la piedra filosofal en el tema del proyecto de Presupuesto General del Estado, una vez diciendo que estaba subvaluado y en otra con el señalamiento de que no podría sustentarse, pero el Gobierno pudo demostrar que ese instrumento de desarrollo fue ubicado justamente entre lo ideal y lo posible.
Otro tema llevado al bailoteo electoral ha sido el de la corrupción, sobre el cual la oposición tiene una ventaja inicial, pues quien prevarica debe estar en el Gobierno o servirse de algún privilegio público. Aun así, esa gente no ha podido tirarle ningún muerto a los pies del presidente Danilo Medina.
Creyeron haberse sacado la loto con la tragedia acaecida en un baño de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE), porque en su delirio político, consideran que desde los frentes del Palacio Nacional pueden encender la pradera y repetir aquí lo de Brasil o Guatemala.
El caso de usura detectado en esa agencia ha sido traducido al Ministerio Publico, como debe ser, pero a ese litoral no le interesa que la justicia actúe, sino embadurnar al Presidente Medina, sin entender que el mandatario ha hecho en ese caso lo que le corresponde.
A pesar de tantos fracasos y desaciertos, esos políticos continúan por el mismo camino de sustentar sus aspiraciones electorales en la infamia, como si la parte de sus cerebros referidos a ideas creadoras o innovadoras se encontrase completamente vacía. No hay dudas, han perdido el juicio.
