¿Dónde estaba usted?

Con la selección del jefe de la campaña electoral y de los coordinadores provinciales, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) ofrece una contundente demostración de unidad y responsabilidad política que desalienta de manera definitiva a los que aún apostaban a un derrumbe partidario.
Decenas de dirigentes del PLD han recibido la encomienda del Comité Político de coordinar el proceso electoral en todas las demarcaciones geográficas, desde provincias, municipios, distritos municipales, secciones y barrios, en un gran tejido de activismo, promoción y organización que refleja vocación unitaria.

El ex presidente de la República y presidente del PLD, doctor Leonel Fernández, tendrá el rol de asesor general de la campaña, lo que se corresponde con su condición de líder nacional y su firme determinación de poner todo su empeño en el propósito de que el presidente Medina y el Partido ganen las elecciones.

Tan pronto el presidente Medina mencionó los nombres de miembros del Comité Político y del Comité Central con las tareas que asumirían, el PLD selló de manera definitiva la unidad en la diversidad, y al otro día de esa memorable asamblea, todos los seleccionados asumieron sus compromisos con conciencia y entusiasmo.

Se resalta como un significativo aporte a la consolidación del espacio democrático, que los responsables de la campaña del presidente Medina representan el tablero de diversidad que conforma al PLD, con lo cual se envió la clara señal de que lo que se promueve es un proyecto de nación, cuya ejecución inició en 1996.

Un partido no puede ni debe pretender reflejar a lo interno la unanimidad de pensamiento o de acción, sino la pluralidad de ideas, el centralismo democrático, la disciplina consciente y el espíritu de cuerpo cuando se trate de ejecutar iniciativas trazadas por sus organismos de dirección y refrendadas por sus órganos de militancia.

En sentido general, en el PLD se hala la cuerda en la misma dirección, especialmente porque los líderes del partido expresan en el discurso y en la práctica política necesidad de fortalecer la unidad como garantía de triunfo electoral y de poder ejecutar un gobierno progresista.

La escogencia de Francisco Javier García como jefe de campaña ha sido más que acertada porque se premia a la experiencia y al éxito que ha acumulado y alcanzado ese dirigente peledeísta en cinco contiendas anteriores y porque es un cultor de la unidad.

Para quienes todavía se mantienen al margen de la batalla electoral, se les recuerda que cuando los rezagados quisieron ofrecer lealtad al presidente Mao, tras su triunfo en la Guerra Civil de China, no pudieron responder a la interrogante de ¿’Dónde estaba usted cuando se inició la Gran Marcha?