Opinión

A  rajatabla

A  rajatabla

 Gloria Guerrero

Cuando aquí imperaba el miedo o el valor estaba distribuido en unos cuantos periodistas, ninguno de los cuales  provenía de los anaqueles  altos de la sociedad, la portentosa  voz de esta mujer se hizo sentir en la radio, televisión y prensa escrita por su defensa al consumidor, a los artistas y a toda la sociedad.

Mujer elegante, culta, dueña de una  recia personalidad, compartía su pasión por la comunicación con la  ardua tarea de dirigir junto a sus hermanos una próspera empresa farmacéutica heredada de su padre.

Mucho tiempo antes de  que  produjéramos uno de los programas de panel más populares de la historia de la televisión, yo compartía junto a Héctor Tineo la tarea de escribirle  comentarios para su programa  diario por radio “La Verdad Duele”, cuya conducción después compartí con tan talentosa y valerosa mujer.

Me refiero a Gloria Guerrero, que llegó a ser una de las más egregias figuras de la radio y la televisión, cuya columna en el diario  El Caribe también figuraba entre las más leídas y comentadas.

Aunque me inicié en el periodismo dos años antes, la verdad es que fue Gloria Guerrero la  primera mano que me guió por los senderos de tan difícil y apasionante profesión. Hoy, 28 años después de aquel día cuando iniciamos el programa “Fuego Cruzado”, en el Canal 11, quisiera expresar eterna muestra de gratitud y admiración  hacia esa gran mujer, ejemplo de entereza, valor  y conciencia cívica.

“Fuego Cruzado” ocupó los primeros lugares  del rating de la televisión durante los años que se mantuvo en el aire también por los canales  TV-13 y Rahintel y a la par estuvo “La Verdad Duele”, que transmitimos por  Radio Universal y Radio Continental.

Gloria Guerrero fue una comunicadora  controvertida que asimiló todo tipo de agresión política y personal sin jamás ceder un ápice en su determinación de defender al ciudadano ordinario y de desnudar la tramposería política.

En tantos años de relación profesional con Gloria sólo dos veces la  sentí flaquear: una vez cuando le asesinaron a su querida perra como forma de atemorizarla y la otra cuando tuvo el valor de reconocer que se equivocó al referirse a una heroína de la Guerra de Abril.

Gloria Guerrero, ya retirada en el seno de su hogar es un ejemplo de honradez profesional y valor personal, que siempre defendió la verdad, aun fuera su verdad y que jamás usó su tremenda influencia mediática para chantajear o extorsionar. La historia del periodismo le tiene reservada una butaca de honor a esta gran mujer.

Apelo a ese pasado cuando descendiendo las escaleras de mi hogar veo a mi abuela, Isabel Ubiera, a la que le debo todo y, corro el riesgo de decirle lo que siento, y ella quizás no me escuche y nunca pueda leer estas líneas. Y es que el Alzheimer nos está arrebatando ese referente insustituible de toda una vida dedicada a educarnos para ser agradecidos siempre con ella y por todos los otros que tanto hicieron por nosotros.

El Nacional

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