Opinión

A Rajatabla: Arranca el 2018

A Rajatabla: Arranca el 2018

Orión Mejía

La locomotora del 2018 arranca en firme a partir de mañana lunes, al cerrarse con el Día de Reyes el telón de las celebraciones que se extendieron por cinco semanas, por lo que personas físicas y jurídicas vuelven a sus realidades, en el entendido de que la vida sigue su agitado curso.

Este debe ser el año de consolidación de la economía y de culminación de grandes obras de infraestructura y de otras relacionadas con el afianzamiento institucional y de Gobernanza, aunque también supone algunos riesgos de orden político y monetario.

El sostenido crecimiento de la economía de Estados Unidos (3,1%), asociado al incremento del empleo y del Índice de Confianza al Consumidor, así como la recuperación de la economía europea dibujan un horizonte de optimismo que lógicamente incluye a República Dominicana.

Como consecuencia de ese promisorio cuadro se vaticina que aumentaran los ingresos en monedas fuertes por remesas, turismo, exportaciones e inversión extranjera directa, lo que superaría en conjunto los más de 25 mil millones de dólares que ingresaron a la economía por esos canales.

Se ha dicho que la reforma fiscal aplicada por el presidente Trump, impactaría negativamente en el renglón de inversión extranjera, lo que no parece tener asidero porque el grueso de los capitales ya instalados o que procuran instalarse están dirigido a construcción de hoteles, telecomunicaciones, minería, intermediación financiera y zonas francas.

Esos capitales no forman parte de los 450 mil millones de dólares que el Gobierno estadounidense calcula retornaran a su torrente financiero como resultado de la reforma fiscal. Más bien son dineros represados en paraísos fiscales o en sedes corporativas que huyen del Tío Sam.

En 2018 debe concluirse el proyecto Punta Catalina, que generara 720 megavatios equivalente el 35% de la demanda actual de electricidad, lo que supone estabilidad en la oferta y reducción de precios.

El inicio de la construcción de la prensa Monte Grande impactara en términos de empleos y movilidad económica al suroeste, lo mismo que los proyectos de vivienda Domingo Savio y Juan Bosch, que promueven activación económica a través de la mano de obra y de las empresas vinculadas a la construcción.

Más que el endeudamiento público, a mí me preocupa el tema fiscal, que el gobierno ha decidido, en vez de promover una auténtica reforma fiscal, abordar a través del combate a la evasión fiscal, que mal ejecutado puede derivarse en una especie de patíbulo para las Pymes y el Emprendimiento.

El presidente Danilo Medina no debería poner atención a quienes le aconsejan deshacerse de Punta Catalina y abandonar los proyectos Monte Grande, Domingo Savio y Ciudad Juan Bosch, porque precisamente ahí es que está la esencia de la redistribución, equidad y progreso.