Opinión

A recobrar la nación

A recobrar la nación

Todas las fuerzas vivas de la nación, organizadas en un frente amplio, deben hacerse representar en el Congreso y en los ayuntamientos para rescatar la moral, el respeto, la dignidad y la soberanía, seriamente amenazadas en estos momentos.

Las comunidades, los partidos políticos, los sindicatos, los gremios profesionales, los medios de comunicación, en fin, toda la sociedad civil están en el indeclinable deber de aportar sus  jóvenes, mujeres y hombres de nobles sentimientos e ideales,  listos, capaces  y disponibles para poner fin a la corrupción, el abuso y el irrespeto que caracterizan al gobierno del presidente Leonel Fernández.

Las elecciones congresuales y municipales del año entrante nos dan, a todos los dominicanos de buena fe, la oportunidad de enfrentar recia y justamente los desmanes que vienen cometiendo el presidente Fernández y sus colaboradores más cercanos. La impunidad y el desprecio a la sociedad constituyen su norte y conducta.

La presencia en el Congreso de hombres probos e indoblegables se hace necesaria para devolver los valores más sanos y aprovechables. Con una eficiente y pulcra administración de justicia y del erario,  como tarea primordial.

Que una docena de funcionarios se abrogue el derecho de repartir el dinero del Estado entre amigos y familiares es una desfachatez digna de ser repudiada y condenada. Sin embargo, es justificada y permitidapor el Presidente. El patrimonio de la República merece el cuidado y la vigilancia del Congreso. Pero no ha ocurrido así con la Refinería Dominicana, con las generadoras, con los Haitises, con las presas, en fin, con todo lo que garantiza nuestra soberanía.

En las  relaciones con Haití, hemos sido colocados a la defensiva ante la comunidad internacional, de manera infundada, por un manejo irresponsable y torpe parte de las autoridades.

La agenda del presidente Fernández luce absorbida en las tareas de volver al poder en el 2016.

El cuadro expuesto es tan real como las reservas políticas, económicas, sociales y morales que aún guardamos. Activarlas con decisión y valentía, uniendo voluntades es el compromiso que debemos asumir.

Invito a todos mis compatriotas, compañeros, amigos, colegas y hermanos a ser parte de un proyecto de rescate por la libertad, la soberanía, la democracia y el bienestar del pueblo. El 2010 es la meta.

El Nacional

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