Opinión

Acción Callejera

Acción Callejera

En Santiago, todo el mundo conoce a Acción Callejera, ocupando lo que una vez fuera el Club Santiago, fundado por Trujillo en el frente lateral del elitista Club de Recreo para resarcir la impertinencia de no haberlo invitado, y ubicada en pleno centro de la ciudad. Y la ciudad entera reconoce que es el mejor uso que se le haya podido dar a la otrora ostentosa edificación.

La semana pasada, el Centro Educativo apéndice de Acción Callejera, ubicado en el Hoyo de Elías, graduó en el nivel inicial a 59 niños y niñas que viven en condición de riesgo. En la ocasión, la directora informaba que desde 2008 hasta la fecha, ese centro ha graduado 204 niños y niñas en esas condiciones, un logro que hay que resaltar.

Acción Callejera, nace en 1989 por la necesidad de responder a un número significativo de niños, niñas y adolescentes, agrandados en sus obligaciones para trabajar como limpiabotas, vendiendo periódico y otras cosas, servir de transportadores en los mercados y limpiar vidrios de carros en los semáforos. Desde entonces hasta la fecha, existe en esta organización solidaria de Santiago, un personal que se reinventa a cada jornada para ofrecer las mejores oportunidades a ese sector de la niñez dominicana que no siempre consigue conmover al funcionariado municipal y nacional.

Para esta ONG, la idea es promover acciones de garantía para los derechos de esta niñez, en riesgo permanente y con dificultades sociales, que puedan impactar positivamente sus condiciones de vida, y por eso se constituyen en  institución confiable para ellos y ellas, que entiende su realidad y trabaja por mejorarla.

En la República Dominicana, se habla poco de las niñas y los niños que pululan por nuestros barrios, llevando una vida nada infantil y en muchos casos, sosteniendo una sociedad adulta que, además de pobre, no asume a esa infancia que es naturalmente dependiente y “sobrenaturalmente” vulnerable a todo, que carece, desde documentos que la identifique, hasta del número necesario de nutrientes para crecer. Y pese a que van y vienen acuerdos nacionales e internacionales, la situación se agrava en el día a día, porque no tenemos un Estado comprometido, al menos con esta causa, y porque por los sectores encargados, hace tiempo que la indeferencia mató la sensibilidad y el compromiso.

Por eso, los casi 25 años de Acción Callejera sirviendo a esta niñez de Santiago con el mismo empeño y alegría, es a destacar: busca prevenir y a la vez, responder en lo inmediato, esa es la diferencia. Sin lugar a dudas, ¡Santiago va mejor porque está Acción Callejera!

El Nacional

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