Siguen extrañándome ciertas aceleraciones en la ejecución del Plan Nacional de Pastoral y ciertas arritmias en el mismo con relación de una prioridad a otras y con relación de unas zonas pastorales otras y de unas diócesis a otras. Así sucede que en algunas prioridades ya se ha tenido un encuentro nacional interdiocesano, mientras en esa misma prioridad a nivel de zonas pastorales y aún de diócesis, apenas se ha podido llegar a tomar conciencia de lo que existe o pueda existir.
Lo mismo, en algunas diócesis se está hablando ya, a menos de año y medo de aprobado el plan nacional, de celebrar el tercer encuentro diocesano sobre las 5 prioridades, cuando en esa misma diócesis hay gran número de parroquias y zonas que no han logrado tomar conciencia y consenso válido sobre varias o todas las prioridades.
Por eso quiero insistir un poco más en la etapa previa a la aprobación y promulgación del plan nacional Pastoral.
1- En la Consulta al Pueblo hubo los siguientes momentos: 1) Consulta libre a individuos o grupos en parroquias (febrero 1983). 2) Tabulación parroquia de las respuestas (junio). 3) Tabulación zona (8 zonas en la arquidiócesis) a base de 10 a 20 parroquias (junio julio). 4) Tabulación arquidiocesana a base de 8 zonas. (85-Parroquias, agosto-septiembre). 5) Diagnóstico pastoral arquidiocesano a base de la Tabulación Arquidiocesana (febrero- 84). 6) Plan Nacional de Pastoral, a base de todas las diócesis (marzo, 1984).
II.- Es importante aclarar a muchos de los consultados, a nivel de base y de pueblo, que del hecho de que ciertos campos a los que en la consulta se les dio particularidad e importancia no fueran seleccionados como prioridades no significa que hayan perdido su importancia y vigencia en la iglesia dominicana. La vida Pastoral de la Iglesia dominicana no se la puede simplísticamente reducir a las cinco prioridades ni abdicar de su propia personalidad ni dinamismo. Sucede eso, por ejemplo, con la catequesis, la educación, la parroquia, la liturgia, los ministerios (obispos, sacerdotes, diáconos, religiosos etc.)
El hecho de que en el Santo Cerro se eligieran como prioridades para el plan de los 10 años (que ya son 7) las áreas de familia, juventud, pastoral social, alejados (ahora llamada acción misionera), comunidad, no significa que las otras áreas sobre las que versó la Consulta al pueblo hayan perdido su vigencia e importancia. Siguen teniéndola, y grande. No perdamos la cabeza ni el sentido de la realidad.
III.- Choca que se haya elegido como prioridad un área que no entró en la consulta al pueblo, si bien es fundamental y común a todas las acciones de la Iglesia. Lo auténticamente eclesial tiene que ser comunitario. Tiene que ser evangelizador. Pero en la consulta al pueblo no se enfocó la pastoral comunitaria, si se enfocó específicamente la evangelización (consultas: 1 y 2), sin la cual no hay ni iglesia, ni comunidad, ni familia, ni acción social etc. Y tampoco la evangelización se escogió como prioridad en el Santo Cerro. ¿Fue porque se la juzgó primadísima?