Opinión

Acoso al cacao

Acoso al cacao

El campo, y ningún otro sector productivo, es el bastión principal de nuestra economía. Declarado Año Fomento de las Exportaciones, el presente registra, sin embargo, un tratamiento absurdo por parte del Gobierno, en detrimento de la producción y exportación de cacao orgánico, acreditado como el mejor del planeta. Clasificación hecha por los más experimentados catadores del sector reunidos en África y en otros foros internacionales.

Cifras que rondan las 80 mil toneladas métricas del renglón con unos US$250 millones de dólares en divisas revelan su posición cimera en nuestra economía, con garantía de una demanda creciente. Destacan sus portes a la protección medioambiental, recursos hídricos y biodiversidad.

Nada explica, en tales circunstancias, el incesante acoso a que están siendo sometidos centenares de productores agrupados en el Consejo Nacional de Cacaocultores Dominicanos, CONACADO. Estanca la expansión de este vital producto en la zona fronteriza, la más deprimida del país. Se trata de inversiones cuantiosas en predios listos para ser parte de los objetivos marcados como fomento de las exportaciones. Aceptar que el Instituto Agrario Dominicano, IAD, se preste a tal dislate se hace cuesta arriba.

Atenta, de tal manera, contra el campo, la producción agraria, una provincia tan pobre como Dajabón y el espíritu de un decreto que consagra las exportaciones como actividad primordial. Los argumentos expuestos por el IAD para sustentar abiertamente invasiones de las plantaciones cacaoteras, además de irrelevantes son inaceptables a todas luces.

Un informe publicado hace más diez años compromete al país con un aumento notable de las áreas dedicadas al cultivo de cacao orgánico para satisfacer su creciente demanda en el mercado mundial. A partir de esta realidad, CONACADO asumió este punto como tarea básica, recurriendo a considerables aportes de socio locales y al financiamiento extranjero.

A pesar de ser líder mundial, Dominicana apenas despachaba, entonces, alrededor de 12 mil toneladas de cacao orgánico hacia los mercados europeos y estadounidense. La demanda se estimaba entonces en aproximadamente 20 mil toneladas, escenario ahora completamente diferente.

El Nacional

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