El contrabando de combustibles hacia República Dominicana es constante y alarmante, donde las autoridades en ocasiones detienen las embarcaciones que traen el carburante y someten a los tripulantes, pero los reales dueños nunca aparecen, reveló este lunes una fuente ligada a la Dirección General de Aduanas.
El informante declaró que los 109 mil 100 galones de gasoil, traídos de contrabando en un barco, detenido en Manzanillo, Montecristi, son reclamados por dos empresas, cuya identidad serán reveladas en las próximas horas.
Aduanas indicó que tras las informaciones falsas de que la embarcación venía sin carga registrada, se hizo otro intento para declarar el cargamento de combustible a nombre de dos empresas, que según las autoridades, no están autorizadas para importar carburantes.
La detención de “Rayo Mcqueen” y su tripulación se produjo el 23 de diciembre de 2017 en coordinación con el Ministerio de Defensa, la Armada Dominicana, el Ministerio Público y la Administración de Aduanas en el puerto de Manzanillo, y la medida de coerción les fueron conocidas a los dos panameños el 30 de diciembre pasado.
La fuente señaló que los cuerpos investigativos de Aduanas sorprenden embarcaciones extranjeras que llegan a puertos dominicanos con combustibles que traen de contrabando y se somete a los tripulantes de los barcos y nunca identifican a los reales propietarios, que en ocasiones empresas de carpeta se hacen responsables, para no identificar a los dueños.
La DGA informó que “estamos en alerta y vigilancia en todos los puertos y costas del país de las embarcaciones que se dedican a estas acciones delictivas, a través de la simulación y otras formas para tratar de evadir el control de las autoridades aduaneras”.
La gerencia de Inteligencia de Aduanas dijo que el buque “Rayo Mcqueen”, trajo el gasoil simulando que venía en lastre, es decir, sin carga de importación sustentada en un acta de autorización del lugar desde donde zarpó.
UN APUNTE
Coerción a tripulantes
Acusado del contrabando de gasoil se sometieron a la justicia, los hondureños Heri Omar Erazo y Joel William Cooper, capitán y jefe de máquina del barco, a quienes el juzgado de instrucción de Montecristi dictó medidas de coerción consistentes en garantía económica de 15 mil pesos y presentación periódica.
