El Nacional
El secretario de Hacienda y el director general de Impuestos Internos coincidieron en que la actual crisis llevará a un reordenamiento de las instituciones financieras internacionales que dará como resultado un balance más saludable y el posible surgimiento de nuevas entidades reguladoras, como ocurrió con la crisis de 1929, que dio origen al Fondo Monetario Internacional
Los licenciados Vicente Bengoa y Juan Hernández se expresaron en esos términos al intervenir ayer en la apertura de la 43 Asamblea del Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT), en el hotel Hilton, con la participación de delegados de 40 países y 200 especialistas en temas tributarios y de alta tecnología.
El licenciado Bengoa especificó que necesariamente esa situación conllevará la integración de más países para enfrentar el problema, ya que el grupo del G-20 no ha podido enfrentar con acierto la crisis más importante que ha tenido el mundo capitalista en su historia.
Bengoa explicó que la crisis actual es diferente a la de 1929, ya que la primera se produjo en el sector agropecuario, pero la actual ha afectado todo el sistema económico, incluyendo el tributario, por lo que resaltó la necesidad de celebrar eventos como el inaugurado este lunes, para intercambiar impresiones que permitan enfrentar los problemas que tenemos por delante.
Refirió que un alto funcionario del Banco Central español ha definido la actual situación como la crisis perfecta, expresión que hizo suya razonando que los bancos no prestan, los inversionistas no invierten, los gobiernos no recaudan, el comercio exterior no crece, sino que por el contrario decrece, estamos ante una crisis inédita, sin precedentes.
Puso como ejemplo que si el Fondo Monetario Internacional tratara de enfrentar esta crisis necesitaría 10 veces el capital que tiene, y no sería suficiente.
De su lado, el licenciado Hernández planteó que frente a la crisis económica mundial es necesario reflexionar sobre una composición más adecuada de los ingresos tributarios que originan los impuestos internos para nuestras economías, buscando un balance más saludable entre los impuestos al consumo, a los ingresos o al patrimonio.
En nuestra calidad de reguladores y fiscalizadores de la Administración Tributaria son muchas las lecciones que podemos aprender de la actual crisis económica mundial, pero mayores serán los desafíos y responsabilidades que deberemos afrontar, dijo.
Hernández dijo creer que la economía mundial se encamina hacia un reordenamiento profundo, que podría culminar con una nueva definición del rol del mercado y con el fortalecimiento del rol regulador del Estado, y sostuvo que en ese proceso será indispensable la presencia de nuevos parámetros morales y éticos, pues los que han prevalecido hasta el presente son en gran medida responsables de la actual crisis.
