El presidente del Colegio Dominicano de Notarios acusó ayer a un reducido grupo de la entidad de conspiran, por intereses electorales, contra las decisiones institucionales que aprueba el gremio.
Las declaraciones del presidente del gremio, Rodríguez Montero, se produjeron luego que el Colegio de Abogados rechazara el papel de seguridad establecido por la entidad que agrupa a los notarios, aduciendo que con la medida se los obliga a pagar cinco pesos para poder utilizar ese papel de seguridad.
Rodríguez Montero indicó que “esa concurrida sesión de la asamblea general fue convocada tras la aprobación a unanimidad de los directivos de esta entidad notarial y bajo el entendido de que este papel contribuye a elevar el nivel de seguridad jurídica que requieren los negocios en los que interviene el notario, pues se evita la suplantación, la usurpación de la función e impide que personas ajenas determinen lo que concierne a la actuación notarial”.
“Únicamente los impostores y quienes recurren en la falsificación documental pueden oponerse a que sea usado el papel de seguridad en la instrumentación de los actos propios del oficial público denominado notario”, manifestó.
Rodríguez Montero dijo que “en el caso de un sector de la banca del país, algunos los empresarios y entidades de la llamada sociedad civil que están incondicionalmente a sus servicios, sólo pretenden seguir privando al notario de cumplir con el importante principio de inmediación; es decir, pretenden seguir haciendo operaciones como los préstamos hipotecarios sin la presencia de un notario que verifique las firmas, fechas y contenidos a veces “leoninos”, cobrando elevadas sumas mediante la nunca explicada expresión ‘gasto de cierre’, y pagándole al notario menos de quinientos pesos (RD$500.00) por cada contrato que firme ‘a ciegas’, es decir sin hacer ninguna verificación”.
El presidente del Colegio de Notarios agregó que “una aviesa campaña han puesto en práctica sectores interesados en hacer fracasar los avances logrados por el notariado dominicano en los últimos años, para ello han recurrido al insolente tráfico de influencia y a la difusión masiva de opiniones de instancias complacientes que procuran confundir a los notarios de país, al extremo de pretender enfrentar entre sí a sus directivos y confundir a sus miembros”.
