Opinión

Agenda Global

Agenda Global

Por las múltiples tropelías cometidas por el oficialismo en las pasadas elecciones, cuyos poderosos tentáculos llegan hasta el órgano que administró el proceso, sostuve en la entrega anterior que el presidente electo, Danilo Medina, estaba en la obligación de legitimar su próximo gobierno.

En primer lugar, esto pasa por remozar el equipo que lo acompañará en el gobierno del Estado porque corregir lo que está mal, que es una tarea de mayor envergadura que continuar lo muy poco que va bien, no puede ser con los mismos personajes que creen que lo han hecho todo a las mil maravillas en el ejercicio de sus funciones públicas. 

En una reciente y reveladora caricatura de Harold Priego, la Gran Muralla China aparece como el Gran Gabinete de Leonel y el presidente electo Danilo Medina con una mandarria en la mano: Diógenes le advierte que la va a necesitar para tumbar ese muro.

Esta simpática viñeta grafica el reclamo ciudadano de que Danilo Medina debe “derribar” a todos funcionarios del gobierno de Leonel Fernández, la mayoría de los cuales tienen 8 y hasta 12 años en sus funciones. Unos pocos presentan algunos logros en sus gestiones, pero la mayoría se ha anquilosado y enriquecido en el “servicio público” y parece que su pertenencia al Comité Político o al Central del PLD es la única razón por la que nunca fueron removidos. 

Ver caras nuevas en el gabinete también sería la primera muestra de un cambio del estilo Leonel al de Danilo: que termine la era de la gerencia del Estado en “piloto automático” donde los funcionarios andan por la libre sin ningún tipo de planificación estratégica, ni coordinación inter-agencia ni autoridad superior con la responsabilidad de ejecutar un plan de nación consensuado y coherente.

En la campaña escuché a Roberto Rodríguez Marchena, uno de los voceros autorizados y que mejor conoce al presidente electo, que el estilo Danilo sería crear la partitura (plan de gobierno, visión del Estado) y dirigir una filarmónica (la Administración Pública) con buenos músicos, que no desafinen como esta banda de depredadores del erario (músicos malos, funcionarios de oída…) que serán más recordados por sus actos de peculado que por sus buenas acciones como gerentes del dinero que aportamos todos al bien común.

Me queda claro que una gran mayoría de los que votaron por Danilo y el PLD (a pesar del tufo continuista que le dio la candidatura vicepresidencial que a la postre le produjo beneficios no rechazar), lo hicieron bajo el entendido de que su representado en la Presidencia de la República hará un “chapeo bajito” en los mandos altos y medios de la administración del Estado. 

Estamos hartos de la arrogancia ignorante de muchos de los que fueron a servirse del presupuesto de la nación, enseñoreados por una meritocracia partidaria que obvia en el nombramiento la insolvencia técnica. La visión pesimista es la de The Economist: que Danilo gobierne “a la sombra de Leonel” y los más de su equipo con demostrada incompetencia y falta de probidad para la función pública.

El Nacional

La Voz de Todos