Opinión

Agenda Global

Agenda Global

Esta entrega viene desglosada en tres breves comentarios sobre temas de actualidad, en los planos internacional y local, pero que parten de experiencias pasadas como estudiante, profesor universitario y funcionario público, a saber:  

Uno. Corrían finales de los años ochenta y estudiaba yo Derecho Internacional en la prestigiosa Universitéd’Aix-Marseille en el sur de Francia. En 1988, mi primer verano europeo y a dos años de la integración de España a la Unión, consigo prestado un carro y enfilo hacia Barcelona a través de los Pirineos, junto con mi entrañable amigo ido demasiado a destiempo Nelson Jáquez, quien entonces me visitaba.

Nuestro mayor anhelo era conocer la Madre Patria y lo materializamos cruzando la frontera terrestre entre ambas naciones. Una vez en España y, al interactuar con los lugareños, notamos de inmediato su actitud reivindicativa de lo catalán y despectiva de lo español.

Para ilustrar este aserto, un mozo de restaurante nos espetó que la España de la tauromaquia y del flamenco quedaba al norte de África, que Madrid era provincia y no capital, y que Cataluña sí era una región de la Europa desarrollada y moderna.

Un cuarto de siglo después, no debe sorprender a muchos la senda independentista tomada por parte de la sociedad catalana.

Lo que sí resulta contra la tendencia global es que a más de 30 años de recibir los tangibles beneficios de la integración económica, jurídica y política a la Unión Europea, Cataluña se arriesgue a salir de la misma para convertirse “en un país tercero”.

Dos. En la maestría de relaciones internacionales de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra me tocó enseñar a los alumnos, en el 2009, cómo con la invasión unilateral que desató la Guerra de Irak el poder hegemónico de los EEUU generó un precedente negativo en materia de Derecho Internacional Público que, se teme, podría repetirse en el caso de Siria.

 En el 2003, el incumplimiento de la Resolución 1441 aprobada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas o, en todo caso, la no adopción de una nueva resolución que diera el mandato expreso del uso a la fuerza militar para el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, hicieron “ilegal” esa guerra.

Hoy, el acuerdo Rusia-EEUU para el desarme de Siria  pasa por la adopción de una resolución “vinculante”, la que los EEUU deberá respetar a pesar de las contundentes pruebas de que el régimen sirio asesina su población civil con armas químicas

Y tres. En el año 2000 fui designado subsecretario de Relaciones Exteriores, hoy viceministro, y me fue asignado un vehículo en pésimo estado por cierto, pero que tenía  placa oficial de dos dígitos: 0-84. Como la carcacha venía con chofer, militar para más seña, pasé de manejar yo para que lo hiciera otra persona. El primer día que vamos camino a la Cancillería, el raso pasa olímpicamente una luz roja “atento a que somos jefes”. Hube de enmendarle la plana con el mismo argumento que ha utilizado el ministro Montalvo: de que los servidores públicos están obligados a obedecer la ley también para “dar el ejemplo”. Nada más cierto desde hace décadas.

El Nacional

La Voz de Todos