Las visitas sí funcionan
Como ha sido noticia destacada a lo largo y ancho de los medios de comunicación, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Organización -del mismo sistema- para la Alimentación y la Agricultura (FAO) presentaron el pasado miércoles “Informe de Evaluación de Impacto de las visitas presidenciales” orientadas a mejorar la calidad de vida de la población en las zonas de mayor pobreza del país, evento al que tuve la oportunidad de asistir.
En términos personales siempre he sostenido que las visitas dominicales “sorpresa” forman parte importante del estilo cercano y solidario con la gente del presidente Medina, razón por la que de manera empírica siempre he bien valorado esta iniciativa, como también la del primer mandatario de solicitar a estos organismos internacionales de tanta credibilidad realizar un estudio científico del que ya conocemos sus resultados.
No es de extrañar que al aplicar la metodología que utilizan los prestigiosos Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), la Universidad de Harvard y el Banco Mundial, el principal hallazgo es el siguiente: de un total de 50 proyectos evaluados, todos y cada uno de ellos tienen un impacto positivo sobre las condiciones de vida de los beneficiarios, colaborando de manera eficaz a generar mayor equidad, inclusión e igualdad sociales.
Fueron escogidos de los primeros proyectos que visitó el Presidente para que tuviesen un tiempo prudente de ejecución y, en su mayoría, eran agrícolas, pecuarios y comunitarios. Otro criterio fue que los mismos incluyeran un alta participación de mujeres como beneficiarias, asumida su mayor incidencia en la reducción de la incidencia de la pobreza en el país.
Este documento de lectura obligada, sobre todo para la oposición política que ha criticado acremente estas visitas, ha revelado que el 74% de los proyectos evaluados han producido un impacto alto o medio en la población beneficiaria, y sólo un 16% han registrado un impacto bajo, pero estos últimos con perspectiva positiva si se hacen los correctivos de lugar.
Si bien podría argumentarse que son sólo 50 de un total de los 634 proyectos producto de 115 visitas realizadas ha sido objeto de esta evaluación, para cerca de un 8%, no es menos cierto que de más de los 16 mil millones de presupuesto programado para apoyar estos proyectos, la mitad ya ha sido ejecutado y, en lo adelante, con las atendibles recomendaciones del grupo de expertos que colaboró en la elaboración de este estudio, se podrán optimizar los resultados.
Entiendo que luego de analizar este informe, los que se han dado a la mezquina tarea de no reconocer ningún mérito en estas visitas, al menos admitan que las mismas han arrojado logros sociales importantes y que, como evidencia esta evaluación, tiene elementos mejorables como toda actividad humana y social.
Si se insiste en el despropósito de aplicar como único criterio de evaluación si se ha desembolsado la ayuda financiera o está en proceso, y que estas intervenciones en zonas depauperadas son un instrumento de propaganda política, entonces una legión de hombres y mujeres que esperan al Presidente Medina y al Ministro José Ramón Peralta un domingo de estos, les prestarán sus “uñas y dientes” para defender que a ellos también los visiten.
