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Si las maldiciones cayeran no quedaría vivo uno solo de los policías de tránsito en el país.
Expresiones de rechazo, odio e irrespeto abundan en las calles de la capital contra los agentes de la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET).
Muchos reprochan la forma en que se desempeñan dirigiendo el tránsito y los abusos de autoridad contra conductores, aunque no así con los choferes sindicalizados.
Algunos se atreven a afirmar que los AMET son los servidores públicos más odiados e irrespetados.
Multas antojadizas y abusadoras, incautaciones ilegales de vehículos, apresamientos injustificados y hasta golpizas a los conductores forman parte del rosario de violaciones que se le atribuyen.
Empero, lo que más irritación provoca, porque afecta al universo poblacional, son los largos y prolongados congestionamientos de vehículos en las principales calles y avenidas de la ciudad, que evidencia una asusencia de planificación del movimiento vehicular.
Rabia, impotencia, desesperación, ansiedad, son algunos de los estresantes sentimientos que provoca en los conductores estar detenidos hasta 20 minutos, esperando cruzar una intersección.
Los capitaleños no están durmiendo tranquilos, salen de sus hogares a las 5:00 de la mañana, principalmente los que viven en las afueras de la ciudad, para llegar a las 7:00 y a las 8:00 de la mañana a sus trabajos, debido a los prolongados congestionamientos de vehículos.
Felicia Hernández es una periodista que reside en el kilómetro 18 de la autopista Duarte, que entra a las 7:00 de la mañana a su trabajo en la avenida Máximo Gómez.
Para llegar a tiempo sale de su casa a las 5:30 de la mañana, porque a las 5:45 empieza el tapón en el elevado de Los Alcarrizos.
En un trayecto normal Felicia haría ese recorrido en apenas media hora.
“Es una situación insoportable, los vehículos van a paso de hormiga”, dice.
La misma situación viven quienes residen en las zonas este o norte de la ciudad y tienen que cruzar los puentes Francisco del Rosario Sánchez, Juan Pablo Duarte, Ramón Matía Mella, Juan Bosch o Francisco J. Peynado.
En peores circunstancias se encuentran los trabajadores y estudiantes que viajan en transporte público, que sufren los taponamientos sin poder tomar vías alternas.
“Ya no hay hora pico, a todas horas, todas las calles de la ciudad están taponadas”, expresaron los conductores que no se explica por qué, a las 11:00 de la mañana, cuando se supone que la mayoría de los capitaleños están en el trabajo o la escuela, es casi imposible transitar por sus calles.
Las causas del caos
Muchas razones provocan el infernal caos el tránsito, entre ellas, los estacionamientos de vehículos en ambos lados de todas las vías y en lugares prohibidos por las autoridades.
La falta de verdaderas políticas para masificar el transporte colectivo a costos adecuados a la realidad del país.
El desorden institucional y operativo del que adolece el sistema de transporte del país, que en la capital mueve más de 6 millones de viajes diarios, sin una frecuencia, sin itinerario.
La falta de horarios diferentes para las labores productivas de bienes y servicios, educativas, empleados públicos. Todos entran y salen de sus trabajos a la misma hora.
La ausencia de horarios diferidos para el transporte de carga que, con juiciosas políticas y seguridad ciudadana, se realiza en horas de noche en paises organizados.
Las importación masiva de vehículos para los ciudadanos que se niegan a usar el caótico transporte de pasajeros, habiendo hogares con tres y cuatro vehículos que salen a las calles al mismo tiempo.
El caos que provoca que unas 10 instituciones administren y fiscalicen el transporte de pasajeros y de carga del país será corregido.
Hoy más de medio millón de autos privados impactan la circulación por calles y avenidas construidas hace décadas, con la agravante de que en el polígono central y otros espacios del Distrito Nacional donde había una vivienda con una familia ahora hay torres con decenas de familias y cientos de vehículos que circulan por las viejas calles.
En el Distrito Nacional y la provincia de Santo Domingo la recolección de la basura se realiza en horas diurnas, lo que es un agravante al problema del tránsito.
Se han convertido en letra muerta las leyes, reglamentos y decretos que sirven de base legal para el manejo de ese servicio vital para el desarrollo de las naciones.
Pero además, la mayoría de los vehículos del transporte público carece de luces, neumáticos y frenos en buenas condiciones, que son la principal garantía de seguridad para los pasajeros y otros conductores.
En reiteradas ocasiones, la razón de un taponamiento interminable es un carro dañado en medio de un puente, elevado o tunel.
Los conductores de carros, autobuses y minubuses públicos se detienen a montar pasajeros en medio de la vía, provocando congestionamiento de vehículos. Ninguna autoridad actúa frente a ellos.
Los pasajeros son desmontados en cualquier lugar de la vía, sin importar que sea en una esquina, un carril contrario, una puerta de la derecha o de la izquierda.
Los choferes transitan en vía contraria, hacen rebases temerarios y doblan en U en vías no permitidas.
Los choferes
El taxista Julio Daniel Rincón no se explica por qué un agente de la AMET deja que un semáforo cambie 3 y 4 veces moviendo el tránsito en una sola dirección.
“Eso aumenta el gasto de combustible de los que vivimos del transporte y desespera a los pasajeros”, dijo.
Su compañero José Ulerio sugiere que los agentes de la AMET permitan que los semáforos hagan su trabajo y se dediquen sólo a vigilar que los conductores cumplan con la Ley de Tránsito.
El taxista Ramón Trinidad aseguró que las intersecciones con más traumas en el tránsito las conforman las avenidas 27 de Febrero con Leopordo Navarro, 27 de Febrero con Isabel Aguiar, 27 de Febrero con José Martí, 27 de Febrero con 30 de Marzo, 27 de Febrero con Barahona, 27 de Febrero con Tiradentes, 27 de Febrero con Winston Churchill, Winston Churchill con Roberto Pastoriza, Winston Churchill con Gustavo Mejía Ricart y Máximo Gómez con Nicolás de Ovando.
También, Tiradentes con Gustavo Mejía Ricart, Tiradentes con John F. Kennedy, John F. Kennedy con Ortega y Gasset, John F. Kennedy con Lope de Vega, Abraham Lincoln con Independencia, Duarte con París, avenida Luperón con Rómulo Betancourt y otras diseminadas por toda la ciudad.
Daños a la salud
El psicólogo Ramón Emilio Almánzar advierte sobre los daños a la salud física y mental de la población que provocan los niveles de estrés a que el caos en el tránsito somete a la población.
Almánzar, terapeuta del Centro Vida y Familia Ana Simo, asegura que los altos niveles de estrés están generando una serie de síntomas a nivel psicológico y físico, entre los que citó dolores en el cuerpo, ansiedad, frustración, agresividad, ataques de pánico y conflictos en las familias.
“El hecho de que una persona tenga que alterar su dinámica vivencial para levantarse temprano y llegar a tiempo a su trabajo, es muy estresante”, dijo.
La Amet
Fue creada el 10 de septiembre del 1997, mediante el decreto Presidencial No. 393-97, como una organización dependiente de la Presidencia de la República.
En enero del 2004, fue transferida a la Policía Nacional, mediante la Ley 96-04. Surgió para enfrentar los problemas sociales y económicos provocados por el desorden en el trasporte público y privado.
En una primera etapa su única responsabilidad era fiscalizar los corredores expreso.
