Opinión

Agua y energía

Agua y energía

Hace pocos días, el presidente Danilo Medina tuvo el acierto de denunciar que “intereses poderosos” se oponen a sustituir el actual modelo del suministro de energía eléctrica, para que el Estado continúe invirtiendo unos 1,200 millones de dólares sin que los generadores inviertan en modernizar sus negocios.

Como se sabe, el presidente Medina está empeñado en buscar fuentes alternas para producir electricidad, en este caso con la construcción de plantas a carbón o con gas natural, que, aunque ambos también son importados,  contribuyen a mejorar sustancialmente el servicio y abaratar la tarifa.

No hay que olvidar que existen otras fuentes para producir energía, como la eólica, la solar y principalmente las hidroeléctricas, en un país cuya orografía es propicia para aprovechar el agua, que no nos cuesta nada.

Cuando hablamos de agua, tenemos que mencionar la gran crisis de ese recurso en casi todas las ciudades del país, principalmente en Santo Domingo, donde un bajo porcentaje de la población la recibe regularmente.

Hemos dicho muchas veces que la proyectada presa de Haina aportaría entre ocho y once metros cúbicos por segundo, lo que aliviaría enormemente el déficit de agua que martiriza a los ciudadanos comunes, sobre todo a la clase pobre.

El gobierno está informado de que luego de  que el Ministro de Economía visitara recientemente  China Popular,  se crearon condiciones para que esa nación y la nuestra llegaran a un acuerdo en que tanto ellos como nosotros saldríamos beneficiados con un positivo intercambio comercial, sin que eso altere las buenas relaciones que tenemos con Taiwán.

Tenemos informes que la compañía más importante de Asia, que participó en la construcción de la presa más grande del mundo, llamada Las tres gargantas, hizo una propuesta para la construcción de cualquier obra en la República Dominicana, especialmente la presa de Haina y sus plantas de tratamiento. Los chinos están dispuestos a financiar un 85 por ciento de la obra, en mejores condiciones que cualquier otra empresa internacional, incluidas las que participan en el país en la construcción de diversos proyectos.

Ignoramos por qué esa propuesta se mantiene en secreto, cuando debería ser lo contrario, para que los expertos y los interesados abran un debate transparente, cuyo balance creemos será beneficioso para el propio presidente Medina y especialmente para el pueblo dominicano.

Esperamos que el presidente salga airoso en su afán de resolver el problema eléctrico, pero también el del agua, sobre todo para una ciudad en crecimiento como es Santo Domingo.

El Nacional

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