¡Que viva Francisco
Domínguez Brito!
El célebre Kinito promueve en un canto de sirena la reelección de Danilo, olvidando que “hay un hoyo, que hay un hoyo a la orilla del mar” que a pesar de lo profundo, no cabrían en él los infortunios que tendría que sufrir un pueblo en reVerdía ante tan inoportuna amenaza.
“Con Danilo 2020”, título de la canción de marras, no sabemos a quién creerle, si al ministro Montalvo quien, en visita sorpresa a las redes sociales aseguró, al disparársele el seguro, que el Presidente no permanecería en el poder “ni un día más del 16 de agosto del 2020” o al genio creativo de temas como “Hony tú si jony”, “Cachamba” y “Anjá Juan”.
Parecería una estrategia del más notable hijo de Arroyo Cano dejar que sean otros los “vozCero” del nuevo ensayo orquestado, pero olvidan lo sabio del refranero español cuando nos recuerda que “en boca de quien mentir acostumbra es la verdad sospechosa”.
Lo difícil de ocultar es que en el entorno danilista no huelen bien “los vientos” de Leonel, los cuales comenzaron a soplar en dirección hacia la Doctor Delgado con gruesas ráfagas, provocando rayos y centellas en los que se resisten a dejar la papa.
Mientras, de su lado, Hipólito y Luis están frente a frente, Mejía más de frente, (sería descabellado ignorarlo), divididos en afanosas búsquedas de sumar simpatías, multiplicando especulaciones de quién de los dos irá oficialmente por la ñoña.
¡Diablo! Dicen que quien cree en políticos no cree en Dios, pues mientras la gente de Danilo habla de abrir las puertas del PLD a los jóvenes, parece que el Presidente no quiere prestar las llaves y se ha encerrado en fijar el ojo, por lo visto, en 2020.
El ministro Francisco Domínguez Brito sí es un político que merece un busto, pues se ha cogido su trabajo muy a pecho, metiendo al Medio y sin Ambiente a la odiosa reelección, pues al poner en veda al temido tiburón, Danilo no se podrá tragar el animal marino ni podrido ni al vapor.
