Opinión

Al ministro de Interior

Al ministro de Interior

Saludos efusivos y sinceros al distinguido doctor José Ramón Fadul, ministro de Interior  y Policía, aprovechando la ocasión para someter a su elevada consideración algunas sugerencias, que hacemos debido a que resulta imperativo buscar fórmulas para aminorar la violencia y hechos delictuales lacerantes a la familia, la ciudadanía, la sociedad y el país.

El insigne siervo de Cristo Jesús, el brillante sacerdote doctor Luis Rosario, ha sido el pionero en reclamar de nuestras autoridades, un desarme por etapa de armas de fuego, actitud vertical y loable. Es de conocimiento público que hay en el país de cientos y miles de armas de fuego ilegales de diversos calibres, situación muy peligrosa y preocupante que ha generado acciones luctuosas, criminosas y deleznables, en irrespeto a la vida la prioridad y las normas legales vigentes.

Debemos resaltar, en honra a la virtud siempre resplandeciente, los titánicos y valientes esfuerzos y continuas luchas del ministro de interior, la Policía Nacional, las Fuerzas Armadas y organismos de seguridad del Estado, actitudes altamente positivas y la de algunas personas que merecen gratitud y consideración.

Por  las razones expuesta y las que pudieran ser aquilatadas por el señor ministro, la Junta Directiva Nacional del Consejo Dominicano de los Derechos Humanos (CODEH), entidad debidamente organizada y personería jurídica, conforme a la Constitución y las leyes de la República, tiene a bien solicitar al honorable ministro de Interior y Policía, en el campo de sus atribuciones, lo que a continuación expresamos:

1-La proclamación de una amnistía o tregua para que, conjuntamente con el Ministerio de las Fuerzas Armadas, la jefatura de la Policía Nacional, La Procuraduría General de la República, La Dirección Nacional de Seguridad del Estado, Los Despachos u Oficinas del padre Luis Rosario, del pastor director de las iglesias evangélicas, los máximos dirigentes de los grupos de derechos humanos, gobernaciones provinciales, procuradurías fiscales y juntas de vecinos reconocidas, previo análisis de ese despacho, se proceda a dar la amnistía para la entrega de armas de fuego ilegales.

2) Que todos los ciudadanos, ciudadanas y personas extranjeras, procedan en el plazo que puede ser acordado, a la entrega de las armas de fuego que detecten de manera ilegal, así como pertrecho y afines en manos de las instituciones encabezadas por ese ministerio y mencionadas precedentemente.

3) Las personas que decidan acogerse a la referida entrega, no serán objeto de persecuciones, salvo que tengan asuntos pendientes con las autoridades, estén siendo perseguidas o estén siendo procesadas judicialmente.

Señor ministro, jamás nos abriga otro interés distinto al de continuar aportando ideas, inquietudes que pudiesen coadyuvar al sosiego, progreso, bienestar, paz y tranquilidad de nuestro pueblo.

Con afecto,

 Doctor Domingo Porfirio Rojas Nina,

Gran Comisionado

Lic. Germán Amaury Veras Hernández

Secretario general

 

El Nacional

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