La semana pasada el Tribunal de Atención Permanente del Juzgado de la Instrucción de Montecristi, aplicó medida de coerción de tres meses de prisión preventiva a Baldemiro I. Carreras, Tony, Alcalde del Municipio de Villa Los Almácigos, Santiago Rodíguez, por haber violado a una menor de 11 años y convivir con ella maritalmente hasta los 14 años, edad actual de la menor.
El Tribunal, impuso igual medida al padre de la niña, por haber consentido la violación y posterior entrega de ella al alcalde pederasta. (La palabra pederastia es la apropiada para referirse al abuso sexual que se comete contra un niño o una niña).
La violación a una menor, presumida siempre como dice la ley, y la posterior obligada convivencia, es un crimen en R. Dominicana, para quien sea que la ejecute, alcalde, presidente o cura, por eso el Procurador General de la República dispuso la investigación de la denuncia responsable del diácono Pascual Ortiz, pesquisa realizada que terminó en la sentencia que saludamos.
Hace tiempo se alerta sobre la situación de las adolescentes abusadas sexualmente por personas adultas y de poder, con la aceptación interesada de padres y madres, y peor aún, con la indiferencia del entorno que las culpabiliza con una retahíla de apelativos que señalan la “poca vergüenza de la niña”, soliendo justificar al adulto violador, “porque es hombre provocado”.
Es decir que, en el imaginario socio cultural, el hombre, es una especie de “carne con ojos y sentidos a flor de piel”, al que liberar sus instintos le está permitido por línea natural, divina y sin freno alguno, ya que las mujeres le pertenecen tengan la edad que tengan, sin límites ni reproches, un insufrible macho abusivo, presuntuoso y engreído, que puede violar, maltratar y hasta matar.
Por eso, además de la familia de esta niña violada y vivida por cuatro años, toda la comunidad de Villa Los Almácigos, vivió en paz ese tiempo, lavándose las manos y apoyando la barbaridad cometida.
Pero no solo la familia y el pueblo de la niña merecen la cárcel, también los partidos políticos, en este caso el PRD, que permiten que cualquier militante, sin investigar su historia criminal, ocupe puestos de poder, sea donde sea, una actitud irresponsable frente a cualquier comunidad.
Los neumáticos incendiados, escombros lanzados en la carretera principal de Villa Los Almácigos y la cadena de oración en el parque Olegaria Ramírez, en repudio por la justa medida de coerción, muestran un pueblo con valores tergiversados y manipulado fácilmente por políticos sin ningún escrúpulo. Nuestra sociedad está muy enferma!
