Opinión

Alegres venciendo tristezas

Alegres venciendo tristezas

Mañana lunes-noche vamos a la fiesta de IR convocada para el CODIA, en el corazón de la Ciudad Colonial. Por Loma Miranda, la vida y la soberanía.

Vamos a gozar colectivamente, no importa cuantas tristezas hayamos tenido que vencer en este 2014. Démosle preeminencia a las alegrías, relegando con ellas las penas que nos impone un sistema fabricante de injusticias, abusos y canalladas.

Nuestros ojos miran hacia Loma Miranda y nuestros corazones laten alegres junto al Campamento, por encima del escarnio que significó el veto del Presidente a la ley que la declaraba Parque Nacional. La alegría de ver y sentir como el pueblo se apoderó de ese trascendente reclamo hizo trizas esa tristeza provocada por corporaciones rapaces y políticos pusilánimes.

Generaron penas a borbotones los sufrimientos impuestos a emigrantes y descendientes desde la infame sentencia nazi-racista del Tribunal Constitucional, montada sobre siglos de semi-esclavitud y discriminaciones anti-haitianas. Pero ésta no tardaron en desvanecerse ante el crecimiento de la conciencia contra esta modalidad de apartheid.

Nuestros ojos se llenaron de lágrimas cuando niños/as condenados a morir brotaron por puertas y ventanas de hospitales colapsados por el cruel negocio de la salud y el latrocinio oficial. Pero no tardamos en regocijarnos cuando comenzó a surgir un pensamiento y un movimiento que impugna ese negocio y clama por una medicina social.

Lacera el alma la existencia de un Estado delincuente, asociado a empresarios delincuentes, ambos protegidos por un sistema de impunidad. Pero el dolor desaparece al ver crecer como nunca antes el clamor por la justicia.

¡Cuanta tristeza provoca que se pretenda imponer un código que criminaliza soluciones superadoras de embarazos embarazosos, generadores de muertes y sufrimientos!

¡Cuanta rabia motiva que el presidente se monte sobre una creciente conciencia colectiva, creada por nuestras heroicas feministas, para luego hacer una transacción congresual, que aunque admite ciertas despenalizaciones del aborto terapéutico, enreda el tema, lo enrarece, le pone trabas prácticas e interpretativas y relega para una ley especial cuestiones claves como los embarazos por violación, incestos y graves malformaciones congénitas!

Así lo hizo en el caso de la Barrick Gold, usándolo fiscalmente y dejando que la tragedia ambiental continúe.

Pero hay que alegrarse en grande cuando se constata que más de la dos tercera parte de la sociedad rechaza el crimen que encierra la prédica conservadora de cúpulas eclesiales, empresariales y políticas, y condena el crimen ambiental de las transnacionales. ¡A bailar con IR!

El Nacional

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