(Del NY Daily News). Brian Cashman no puede hacer que Alex Rodríguez desaparezca, pero el lunes gastó un montón de dinero en Chase Headley para dejar claro que no quiere que A-Rod juegue más la tercera base de los Yankees.
Se puede entender la preocupación de la gerencia; confiar ciegamente en un A-Rod de 39 años y sus dos caderas quirúrgicamente reparadas, volviendo de una suspensión de un año por drogas para jugar regularmente en tercera, sería poco menos que irresponsable.
Sin embargo, la firma de Headley bien podría aumentar el potencial para el tipo de drama que los Yankees ya estaban temiendo que acompañaría el regreso de A-Rod al béisbol.
Porque, de acuerdo con una persona que ha hablado con él “varias veces” en los últimos meses, A-Rod está determinado a recuperar su antigua posición en el cuadro y no quiere saber nada de ser un bateador designado a tiempo completo.
“En su mente, él sigue siendo el tercera base”, dijo la persona el lunes. “Eso era antes (de la recontratación de Headley) de hoy, de todos modos.
“Basado en lo que le estaban diciendo los Yankees, Alex creía que iba a tener la oportunidad de jugar la tercera base, y él cree que puede hacerlo. Está motivado por ello, porque le encanta jugar en el campo”.
“Sean cuales sean (pobres) las decisiones que ha tomado, sigue siendo un adictos al juego y él dice que está trabajando duro para estar preparado. Él me dijo: ‘la gente se va a sorprender’, lo que significa que está convencido de que todavía tiene juego”.
Todo eso suena bien, pero A-Rod tenía que saber que la gerencia Yankee no iba a estar esperando sin aliento para que él regresara como una especie de salvador.
Por un lado, está toda esa mala sangre desde 2013, cuando A-Rod y sus abogados estaban en guerra con el equipo, incluso acusando a directivos del equipo de tenderle una trampa para que fracasara al guardarse la noticia de que se necesitaba una segunda cirugía de cadera.
Por otra parte, nadie puede saber razonablemente qué esperar de A-Rod, ya que ha admitido a un gran jurado que había estado utilizando sustancias prohibidas en años recientes.
