CHARLESTON, SC.- Alex Rodríguez hizo su muy esperado regreso a la acción del juego en la noche del martes. Rodríguez se puso el uniforme de Charleston RiverDogs, de la ClasA baja de los Yankees, con su número habitual 13 y comenzó en la esquina caliente.
Fue recibido en el campo por los vítores de la muchedumbre a capacidad de 8,255 en el Joseph P. Riley Jr. Park.
“Estoy muy, muy emocionado. He pasado por el proceso de rehabilitación más largo que he tenido, sin duda”, dijo Rodríguez antes del partido.
Esta fue la primera vez de Rodríguez en Charleston, y habló muy bien de la ciudad antes del partido.
“Me siento muy bienvenido aquí”, dijo. “Nunca he estado aquí antes, pero desde que he llegado, me han tratado con la hospitalidad sureña.”
Después de una corta sesión con los medios, Rodríguez se metió al gimnasio, y luego se dirigió al campo por primera vez en 2013. Hizo unos swings con su compañero Eduardo Núñez, quien también está aquí en una asignación de rehabilitación.
“Yo lo único que le pedí a cambio fue que brindara algo bueno de refrigerio después del juego para el equipo, dijo Pedrique cuando le preguntaron que pidió a cambio de ceder su uniforme. No son todos los días que un jugador de ligas mayores está detrás de esa puerta.
La lluvia cayó en todo el Lowcountry la mayor parte del día, luego pareció detenerse cuando la leyenda de los Yankees entró por las puertas. Oportunamente, la lluvia comenzó a caer de nuevo poco después que A-Rod salió del campo para bien.
La noche de Rodríguez comenzó con una furia. KyleWren, hijo del gerente general de los Bravos Frank Wren, abrió el juego con un toque perfecto por el lado de la tercera base. Rodríguez corrió y tomó la pelota a mano limpia, pero no pudo sacar al veloz Wren, quien ligó hit de piernas.
Hablé con mi hermano mayor anoche y le dije lo que iba a hacer, dijo Wren. Dentro de diez años, será una buena historia para contarla a mis niños.
Rodríguez colocado en el puesto número 2 en el orden de bateo para que RiverDogs rápidamente sus dos primeros turnos antes de salir al juego. Rodríguez fue recibido con aplausos y una ovación de pie cuando entró al plato. Tras strike cantado y una bola, contra el abridor del Roma, bateó para doble matanza 5-4-3.
En su turno al bate en la parte baja de la tercera, tomó un strike, y luego abanicó para caer a la cuenta de 0-2. Luego, con la cuenta de 2-2, dejó pasar un lanzamiento en la parte de afuera que lo congeló.
