“Cuatro damas”

El pasado martes se celebró el “Día de la humildad” a propósito de la fecha natalicia de San Francisco, y precisamente ese día, en que viajé con mi pareja al rescate de la Fiesta de Celebración del santo de Asís que realizaba nuestra madre, y que rescatase mi hermana Yvelisse, acoté una agradable coincidencia, y es que precisamente este año celebran, y comenzando el venidero, sus 90 años de edad tres damas a las que he estado conectado gran parte de mi vida, y que ellas son fieles a San Francisco y al contenido de su bella oración: “Señor, /hazme un instrumento de tu paz…Señor, haz que yo busque: consolar y no ser consolado,/ comprender y no ser comprendido, amar y no ser amado.

/ Porque: dando es como se recibe, / olvidándose de sí es como uno se encuentra, perdonando es como se recibe el perdón, / y muriendo es como se resucita a la Vida”. (Búsquela completa).

Usted puede pertenecer a otra religión, pero universalmente se acepta la vida digna que llevo Francisco, y el hermoso contenido de esta oración que es un canto a la paz, la tolerancia y el amor; no en balde el actual papa tomó su nombre y cuenta como lo decidió: “El cardenal Claudio Hummes: un gran amigo me abrazó y me dijo: “No te olvides de los pobres”.

De inmediato, en relación con los pobres y la paz he pensado en Francisco de Asís. Después he pensado en las guerras. Y así, el nombre ha entrado en mi corazón.”

Esas tres damas, que me recuerdan la cuarta, que es mi madre, son la suegra perenne: Josefa Díaz, a la que le celebramos sus 90s el pasado 26 de Agosto, a mi madre postiza de Jicomé Camelia Guadalupe (doña Lupe) que lo haremos este 13 de diciembre y la madre de mi compadre Negro Robles, doña Edelmira y por ella iremos a Cotui, el 25 de Enero. Ellas son ejemplos vivientes de “Algo más que salud”.