Ganó Trump… ¿y?
Se hizo muy popular en los años 70s. la frase de “Cuando a los Estados Unidos le da gripe a los países de América Latina les da neumonía”. Vamos a ver si no pescamos un cáncer severo ahora que al “Norte revuelto y brutal” le ha llegado la neumonía; pues eso fue más o menos lo que nos presentaron a los latinos ante la posibilidad de que fuera electo Donald Trump a la presidencia del país más poderoso del planeta.
Contra todo pronóstico, pero con un claro mensaje de que los norteamericanos quieren una nación para ellos, sin la ingerencia de extranjeros, entre ellos los que vivimos al sur del río Grande, será el hombre más poderoso del mundo y podrá controlar la entrada de migrantes a su país, terminará los dos mil kilómetros que le faltan al muro de la frontera con Méjico, exterminará todo árabe que ose retarle y el Ku Klux Klan tendrá asientos en el Capitolio.
Mi amigo Papo, que todavía sueña con que “El poder es de la clase obrera”, me insistía que “Trump y Clinton eran la misma cosa y que definitivamente los Estados Unidos van a la deriva, estamos a las luces del desmoronamiento de un imperio, del más poderoso que recuerda la humanidad desde el Romano”.
Estoy escribiendo estas líneas a solo una hora de enterarme de la victoria de Trump, pero no pierdo el norte de que lo que dijeron de él, los que manejaban la campaña de Hillary, vaya a ser verdad, el stablishment norteamericano no le permitirá muchas travesuras a este macho blanquísimo que con sus 70 años tampoco creo tendrá mucho deseo de agarrar traseros ajenos.
Se recrudecerá el control migratorio, habrá más guerras en territorios de países pobres, se las verán feas las naciones progresistas, empezando por Cuba, Venezuela, Ecuador y Bolivia, pero la economía norteamericana florecerá; los mismos latinos que son personas decentes y de trabajo, ya establecidos en Estados Unidos, han de progresar. Cuidemos los ramalazos que nos llegarán a los que estamos al Sur, como el que escribe “algo más que salud”.
