A Gustavo Montalvo
Esta columna, en sus casi 32 años, quizás solo ha tocado un asunto particular de su autor; en esta ocasión voy a referirme a una injusticia de la que fui víctima. Lo hacemos como una carta al Lic. Gustavo Montalvo, porque éste luce conservar el respeto hacia los demás.
“Señor Gustavo Montalvo, Ministro de la Presidencia. Lamento ocupar su atención, para solicitarle nos sea atendido un reclamo insignificante que le hemos hecho en más de 20 ocasiones a las autoridades de la CAASD. El 2 de Junio, mientras nos encontrábamos estacionados al frente de una farmacia en el sector “El Cacique” sentí un fuerte impacto en la parte trasera de nuestro vehículo y casi de inmediato vimos pasar por el lado de nuestra puerta, golpeándola y rompiendo el vidrio retrovisor, un tubo enorme de PVC que era el que había caído encima del vidrio trasero de nuestro vehículo, destrozándolo, este se había desprendido de un camión enorme de los que se utilizan para destapar calles inundadas.
El camión andaba sin identificación, su chofer solo poseía un carnet de aprendizaje, sin matrícula ni seguro y lo único que podía mostrar era una carta de ruta para circular en la Semana Santa 2015.
Desde entonces, señor Montalvo, fuimos a la AMET, regresamos allí dos veces a ver si se había reportado el otro conductor. Con el acta donde se declara culpable hemos asistido a tres citas con los responsables de transportación de la CAASD, estos nos enviaron al seguro del camión, donde luego de tres entrevistas nos dijeron que el tubo no estaba asegurado.
El caso fue pasado al Gerente Administrativo de la CAASD, y éste, después de dejarnos plantados dos veces, hace tres meses nos dijo que “buscaría un bajadero” con el Seguro, recurrimos, finalmente al Director General de la CAASD y a nuestra solicitud de cita, de hace dos meses, no se nos da ninguna respuesta. Compramos el vidrío, reparamos los daños y al parecer solo le queda quedarse, “como perico en la estaca”, al que construye “algo más que salud”.
