Opinión

Algo más que salud

Algo más que salud

Lo que espero  del año 2009

Regresamos a este rincón que nos han habilitado, luego de unas vacaciones no programadas porque el periódico no circula los días de Navidad y Año Nuevo,  y nada mejor que hacerlo con nuestros anhelos para este 2009, que he de llamar de la esperanza, a pesar de que los poderosos se empecinan en llenarnos de temores augurando un año difícil, luego de que se pasaran meses asegurando que nuestra economía estaba blindada.

Arrancamos por pedir a todos aquellos que se quieran sumar a las celebraciones alternativas del centenario del nacimiento de Juan Bosch, a que se sumen al esfuerzo que hemos iniciado algunos de los que nos duele lo que han hecho sus malos alumnos y que hipócritamente han preparado una serie de actividades avaladas desde el gobierno. Nuestra primera actividad fue el pasado 4 de enero con la escenificación de su cuento “La Mujer” en “El Valle del Tetero”, cercano al pico Duarte, a 2,500 metros sobre el nivel del mar y bajo un manto de estrellas con las actuaciones de los excursionistas de la Fundación Camino Ecológico en su XXII excursión a lo más alto del Caribe, precisamente dedicada al centenario del nacimiento de Juan Emilio Bosch, que contó con el auspicio de MEDICOOP y el INEFI.

Ojalá el 2009 sirva para conocer la doble moral de muchos santurrones que no sólo aparecen en la nómina de Quirino, sino que están, además, detrás de los asesinatos de Paya, que andan metidos en los negocios que desde la cárcel sigue manejando narcotraficantes reconocidos, los que avalan la recogida de drogas en helicópteros, los que auspician el aterrizaje de avionetas en la autovía del este, y muchos otros que apadrinan desde posiciones de poder las mil y una manera de trasiego inventadas por los que viven del maldito negocio de la droga.

Dedicaré todo mi esfuerzo para que se estructure una opción social que adecente el ejercicio político  y que se le demuestre al pueblo que esta actividad es, como decía don Juan, la más pura de las profesiones, siempre y cuando se ejerza con honestidad. Este 12 de enero tenemos la primera reunión del año en homenaje a “Los Palmeros” que hace 36 años, encabezados por Amaury Germán, se inmolaron en Las Américas.

A pesar del presupuesto, aún tengo la esperanza de que se arregle la inversión pública y que se aumenten los fondos a los hospitales públicos, equiparándolos con las millonadas que le entregan a los centros privatizados, que le asignen los chelitos que desgañitado ha pedido Melanio para Educación y corregir las distorsiones mal encaminadas de la Seguridad Social.

Debemos crear algún mecanismo legal para pedir cuentas a los que se hacen millonarios con los fondos públicos, y no sería mala idea empezar con los líos de la construcción del palacio de Bellas Artes, los cuartos de la Sun Land, los invernaderos de Hipólito, los chelitos invertidos en los panamericanos del 2003, la Hidroquebec, los mojosos enlodados por las quiebras de Banniter, Bacrédito, el Banco del Progreso, el BHD, el Universal y la recua de instituciones financieras que solo han servido para empobrecer a los más pobres y enriquecer a los más poderosos. No confío para nada en la Cámara de Cuentas, pues soy de los que cree que los millones “devueltos” se los dieron por otra vía no detectable.

También espero, ahora en el plano internacional, que muchos no se despierten con pesadillas del mundo de esperanzas que han tejido alrededor del ascenso de Barack Obama en la presidencia del mundo, pues “una cosa piensa el burro y otra el que lo apareja”, o en un refrán mas refinado, “No es lo mismo con piano que con violín”.

Anuncio, además, que seguiré escuchando a Pablo Milanés, pues sus desafortunadas declaraciones de fin de año sobre la Revolución Cubana, no desmeritan sus condiciones de artista, las que él debe a ese esfuerzo de los Castro, y también, por si lo olvida, a Camilo, al Che, a Juan Almeida, a los hermanos Almeijeiras, a Boris, a Abel y Haydée Santamaría, a Melba Hernández, Celia Sánchez y con ellos a los miles de cubanos que ofrendaron sus vidas en las luchas previas al Asalto al Cuartel Moncada, a los sacrificados en éste, a los inmolados en la Sierra Maestra, a los  asesinados en la campaña de alfabetización, a los miles muertos en los atentados previos a la invasión de Girón, pero también a los caídos en esa acción avalada por USA y a todos los que han entregado sus vidas en misiones internacionalistas, entre ellos los sacrificados médicos que han servido en todo el mundo, incluso en nuestro país, los que se han quedado allí a pesar de ser brillantes, y que no tienen la suerte, avalada por la misma Revolución, de permitir que él se dé la “gran vida” llevando sus bonitas canciones por el mundo. Nos vemos en los 50 artículos que faltan de este 2009 de “algo más que salud”.

josed4606@gmail.com

El Nacional

La Voz de Todos