Opinión

ALGO MAS QUE SALUD

ALGO MAS QUE SALUD

A la deriva (II)

 

 

En la entrega anterior ofrecí contarles, a propósito de la pérdida de valores, un caso que me ocurrió. Un cable de la batería de mi carro hizo contacto con el chasis provocando un cortocircuito que aparte de fundir la batería causóotros daños, entre ellos al radio.

Con mi mujer, y el manual a mano, intentamos arreglar el radio y recurrimos hasta mi hijo pequeño y un amigo electricista de autos ¡y nada!

Recomendación de todo el mundo: acudir a un auto adornos, fui el sábado a uno de renombre que está en la 27 de Febrero; mientras me estacionaba observé a los que supuse eran técnicos que trabajan allí sentados pendientes de sus celulares, ninguno se paró a preguntarme qué requería. Entré y alguien del negocio salió conmigo y dos de los técnicos pelearon por la asignación del trabajo, motivados por el tipo de vehículo que tengo.

Finalmente se lo signaron al que le tocaba, pero éste nos hizo ver que el trabajo era grande y que requería de la ayuda del otro y juntos prácticamente desarmaron el tablero para sacar el radio y la mitad del baúl en donde estaba la planta, que era supuestamente lo que estaba dañado. Luego de una hora de búsqueda plantearon repararlo en RD$ 5,000.00 sin mano de obra.

Olí el engaño. Pedí armaran las piezas, pagué lo que pidieron por el diagnóstico y cinco días después acudí a un negocio similar cerca de donde vivo y allí, un muchacho de unos veinticinco años, al parecer todavía en la onda de servir, diagnostico que era solo un fusible, pero buscando la caja duramos como una hora, pues estaba debajo de la alfombra en el asiento de atrás, y efectivamente, era el fusible. El joven tomó resolver el problema como un reto personal, y solo quiso cobrarme los veinticinco pesos del fusible. Me mostró que no todo esta perdido. El, su actitud y lo ahorrado me salvaron el día y son “algo más que salud”.

El Nacional

La Voz de Todos