Opinión

Algo más que salud

Algo más que salud

En pos de la unidad,  por la decencia

En estos días, zafados del lastre partidario, nos hemos abocado a participar en las reuniones abiertas de organizaciones progresistas y valorar en que disposición estarían éstas de desarrollar acciones comunes para crear una opción de poder con reales posibilidades para desplazar del Estado a las fuerzas conservadoras que hasta ahora lo han detentado en perjuicio de los más necesitados, de los más pobres. Hay buenas expectativas, pero me he topado con una barrera: todas, o casi todas, están atrapadas en procurar seguir siendo cabeza de ratón, en mantenerse como “dueños” de la ideología progresista, y presentarse como los genuinos representantes de un movimiento social que apunta a la izquierda, y en ese tenor siguen atrincherados en sus espacios, cambiados los nombres, otros con núcleos aliados a siglas que sólo son historia, y otros creando nuevas estructuras que, con el argumento de propiciar un proyecto unitario, sólo sirven para  atomizar los remanentes de esas fuerzas  progresistas y confundir más a una ciudadanía que, harta de gobiernos demagógicos y corruptos, mira hacia otras opciones y tiende a sumarse a cualquier oferta.

Éstas siempre llegan de personas “serias”, reconocidos luchadores por los derechos de los oprimidos, y posiblemente así sea, pero que han ido de fracaso en fracaso, de frustración en frustración, que manejan discursos de unidad pero hacen lo posible por mantenerse a la cabeza de tal o cual proyecto, pues ahí satisfacen su ego de ser personas reconocidas aunque sea por el reducido espacio de los acólitos que se suman a sus proyectos, proyectos de pelear por desarrollar una sociedad más justa, más solidaria; y con ese bizcocho envenenado mantienen la división, pero sobre todas las cosas confunden a las personas interesadas en participar en un verdadero proyecto social que enfrente con éxito a las fuerzas demagógicas de derecha que nos gobiernan y que, conscientes de que deben desarticular cualquier intento de estructuras sociales decentes por desplazarlas del poder, no hacen esfuerzo en ese sentido porque son precisamente estas las que les hacen el gran favor al mantenerse desarticuladas, cada una corriendo por sumar adeptos aquí y allá, perdiendo la conciencia de que lo que en estos momentos se requiere es que cada quien se despoje de sus proyectos particulares y apunten hacia un camino de unidad, por los menos operativa, dirigida a ir desalojando poco a poco del poder a las oscuras fuerzas que hoy nos gobiernan.

Algunos creen, sinceramente, que sus proyectos son el camino correcto en la búsqueda del poder, otros se mantienen en ellos porque los han convertido en su sostén económico y espiritual, mientras  otros lo hacen por seguir la onda, mantenerse en algo “nice”, que los hace sentir satisfechos con sus posturas ideológicas acomodadas, y los menos son aquellos que, en el fondo, sirven consciente o inconscientemente, a los sectores de poder.

Nosotros, en cierta forma, al intentar desarrollar el “Movimiento por la Decencia en el Ejercicio Político” no entraremos en esta carrera loca por ganar adeptos y enfrentar las organizaciones de derecha tras el poder político, sino que trataremos de sentar las bases de un proyecto unitario que, de cara a las elecciones de medio término del año próximo, empiece por moldear una opción que con reales posibilidades les vaya arrebatando el gobierno a las fuerzas de derecha. Los elementos cardinales han de ser: un programa corto único para todas las candidaturas que se puedan presentar, un modelo único de propaganda, selección abierta y desprejuiciada de los candidatos, deslinde de las intervenciones de cada estructura partidaria, retomar los preceptos de amor, solidaridad, desprendimiento, sacrificio y honestidad. Un bello espacio, al que nos gustaría asistir, para ir sembrando esta idea es la “9na. Reunión Anual de la Conferencia de Asuntos Dominicanos que, encabezados por doña María Teresa Feliciano celebrarán en New Jersey este 8 de febrero.

En esta línea es que estamos convocando una reunión a todos los que aún se presentan por intermedio de sus espacios como luchadores por un nuevo orden, por la instauración de un gobierno honesto y decente, a valorar las opciones de concretar un proyecto común para las elecciones congresuales y municipales del año venidero. Lo importante es identificar los elementos que nos unen y, a partir de ahí, militarlos, ponerlos en marcha, caminarlos juntos; no sin identificar los que nos separan y estar vigilantes para que los mismos no afloren para dividirnos, mantenerlos a buen resguardo para cuando vayamos ganando objetivos discutirlos y ajustarlos a los intereses de la mayoría, garantizando que no se conviertan en obstáculos.

Volvimos a ponernos el cuchillo en la boca aquí, en “algo más que salud”.

josed4606@gmail.com

El Nacional

La Voz de Todos