Opinión

Algo más que salud

<STRONG>Algo más que salud<BR></STRONG>

Paralelismo de actos  y una pregunta
El 30 de junio de 1979, el local del club “Mauricio Báez” albergó el cierre de las celebraciones del cumpleaños 70 de Juan Bosch. Para tan augusta celebración, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), llenó y vistió de gala el techado del local clubístico de Villa Juana. El festejo contaba con invitados de la talla de Gabriel García Márquez, Miguel Otero Silva, Nicolás Guillen, Guayasamín y Regis Debray.

Lo recuerdo. Para entonces, aparte de ostentar con orgullo la condición de miembro del PLD, pertenecíamos a la escolta del presidente del Partido, y nos tocó participar dentro del local en las tareas de seguridad, siendo  testigo de excepción de aquel acto memorable en el que el Partido rendía tributo a una vida de servicios, de amor, de compromiso, de su mentor y guía.

Actos de esa índole, lleno de bote en bote,  estábamos acostumbrados a celebrar, por igual en el Centro de Detallistas, el Salón de la Masonería o los otros techados de San Lázaro, San Carlos y posteriormente en  Los Minas. Nos juntábamos en los aniversarios del Partido, en los cierres de  congresos o conferencias, y una que otra actividad de aquellas campañas electorales en las que participábamos para crecer.

Llegó el 1986, y ya éramos un partido de masas, siempre sostenido en el liderazgo de don Juan, pero ya con la capacidad de llenar el Palacio de los Deportes, y ni hablar de la campaña de 1990, donde el pueblo entero se  entregó, cual doncella en flor, a la consigna de moralidad de mi maestro, para finalmente ser presa de un fraude patrocinado por el presidente de entonces, aquella Ave del Averno que exudaba odio, maldad y rencor por cada poro, y que hoy es reverenciada por el presidente del PLD y de la República. Ese mismo que los vividores de nuestra política ya reconocieron como “Padre de la Democracia”.

Esta rememoración viene a capítulo porque el domingo 29 de marzo asistí a un acto masivo en el mismo club Mauricio Báez, invitado por el movimiento “Patria para todos”,  y no pude menos que llenarme de nostalgia al recordar que eso era  lo que soñábamos hacer en un gobierno del PLD, y que luego de tres períodos de éste en el poder, tengamos nosotros que volver al tabloncillo del “Mauricio Báez” para ilusionarnos con la posibilidad de cumplir con el sueño de Duarte y los Trinitarios, ésos que  han echado a un lado los que supuestamente estaban obligados a cumplirlo, como  legado de  Bosch.

Abarrotado el techado del club de Villa Juana, por personas que aspiran a un gobierno decente, nos deleitamos con las canciones de Xiomara Fortuna, de la cantante cristiana Isabel Valdez y del cantautor Manuel Mullens, lo que nos volvió a llevar al pasado cuando con su guitarra al hombro Luis Tomas Oviedo nos introducía la parte artística, en la que participarían luego Víctor Víctor, Sonia Silvestre, Claudio Cohén y, ya más recientemente, Manuel Jiménez.

Ya las exhortaciones a una vida moral no aparecen en los discursos del PLD, sino que encajan en voces como la del coordinador de “Patria para todos”, doctor Fulgencio Severino, quien al cerrar el acto llamó “a todos los grupos democráticos y progresistas del país a unirse para construir una opción de poder distinta a los partidos tradicionales, a los que culpó de la crisis económica y social que vive el país. Según Severino, es urgente desplazar del poder a los partidos tradicionales, cuyos funcionarios gobiernan olvidando el interés colectivo, desatendiendo las funciones para las cuales les pagan lujosos salarios y dedican todo su tiempo a enriquecerse mediante la corrupción”. Casi al mismo tiempo en que Severino hacía esta exhortación, Miguel Cocco, importante funcionario del gobierno, proclamaba, como para darle la razón al coordinador de “Patria para Todos”: “Los funcionarios que exhiben comportamiento de opulencia no han obrado de acuerdo a las prédicas y enseñanzas del profesor Juan Bosch, y han olvidado que “primero hay que servir y no servirse”. Dijo que si bien es cierto que en todos los gobiernos muchos cometen actos de indelicadeza, “nosotros no esperábamos que en un gobierno presidido por un partido fundado por un hombre impoluto como el profesor Bosch se estuvieran cometiendo esas indelicadezas”. Sostuvo que ante esa situación hace falta “una mano sancionadora y dura para ponerle coto a eso”.

El paralelismo es evidente. Estoy seguro de que, a menos que  sea con gente pagada, ya el PLD no llena ni el local de Sitracode, fruto de lo que denuncia Cocco y de que hace tiempo que quedó atrás la mística de servicio y sacrificio que movía a los peledeistas en la égida de don Juan. Tomémosle la palabra al coordinador de “Patria para todos” de luchar por la unidad de las fuerzas progresistas, con lo que se sentiría satisfecho el mismo don Juan y el que por más de un año anda en estos menesteres y planteándolo en “algo más que salud”.

El Nacional

La Voz de Todos