Opinión

¿Alianzas o amarres?

¿Alianzas o amarres?

Amable Aristy Castro hace con desparpajo y deja ver con descaro lo que Hipólito y Mejía, Leonel Fernández y Danilo Medina hacen a escondidas y tratan de disfrazar. El clientelismo, lo practica repartiendo pollos y papeletas. Hipólito Mejía, Leonel Fernández y Danilo Medina reparten papeletas de baja denominación y, muchas veces, encargan de eso a sus colaboradores. Jorge Radhamés Zorrilla Ozuna, por ejemplo, repartió papeletas para la campaña de Hipólito Mejía en el 2004 y quizás hará el mismo trabajo para Danilo Medina y Leonel Fernández.

Hipólito Mejía dijo que está muy interesado en recibir el apoyo de Amable Aristy, a quien describe como dirigente de gran nivel. Leonel Fernández recibió a Amable Aristy en el Palacio Nacional el 25 de febrero y luego el 5 de marzo. Es el aliado que merecen. Dado que tienen las mismas marcas y se mueven en el mismo lodo, se juntan sin reparo con él.

El equipo de campaña de Hipólito Mejía, dirigido ahora por Hatuey De Camps (impopular y todopoderoso secretario de la Presidencia durante el gobierno de Salvador Jorge Blanco) monta el espectáculo electorero buscando firmas contra el continuismo; pero presenta como valiosas adquisiciones las lealtades conseguidas en alquiler y las adhesiones empujadas por el oportunismo.

El equipo de campaña de Danilo Medina, dirigido por funcionarios y exfuncionarios con las mismas señas que  De Camps, sustenta el montaje advirtiendo que Hipólito Mejía y su grupo representan el retroceso. Con los recursos de que dispone, alquila lealtades y paga el descaro de los nuevos allegados.

Ambos equipos atraen a los dirigentes de la despedazada maquinaria electorera llamada Partido Reformista Social Cristiano ofreciéndoles ministerios y posicionamiento político. Amable Aristy, legislador y acaudalado empresario, escucha ofertas y trata de identificar al mejor postor.

El chantaje y el pago en prebendas sustentan los amarres en un sistema político con el sello de Joaquín Balaguer.

Hay que decir, pues, que Danilo Medina y el Partido de la Liberación Dominicana, como Hipólito Mejía y el Partido Revolucionario Dominicano, representan al mismo tiempo el continuismo y el retroceso.

El continuismo, porque se sostienen con el clientelismo y el pacto de impunidad cuyo cumplimiento vigilan los representantes de los sectores dominantes (usando uniforme, sotana o plácet de diplomáticos). Y representan el retroceso no solo porque, con su concurso, los sectores dominantes se proponen revertir conquistas sociales (la reforma al Código Laboral va dirigida a liberarse de obligaciones con la mano de obra contratada) y porque la impunidad del delito de Estado frena el desarrollo institucional y afianza la desigualdad social… 

Las componendas politiqueras, en última instancia, van dirigidas contra las mayorías.  Abusadores y saqueadores de oficio, mienten cuando hablan de cambio…

El Nacional

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