Fuera de la preocupación de encontrar cosas productivas y divertidas para nuestros hijos en las vacaciones, lo cierto es que este tiempo nos sirve para compartir más, conversar y disfrutar tiempo libre juntos, con menos estrés.
Pero, como todo en la vida, ya casi culminan las vacaciones escolares y ahora debemos buscar la mejor manera, ya sean grandes o chicos, de animarlos a iniciar esta nueva etapa de adquirir conocimientos, a sabiendas de que un buen inicio, puede garantizar el éxito del curso que iniciarán.
Lo mejor es que sepan a tiempo que ya casi regresan a clases. Si son pequeños se emocionarán si los dejamos opinar y elegir sus mochilas, cuadernos y útiles escolares, informándoles los límites en lo que a presupuesto se refiere, lo que además logrará que vayan más a gusto, con los objetos que ellos mismos seleccionaron.
Si ya son adolescentes también se sentirán más felices eligiendo sus útiles acordes a su edad, pero además, ya podemos conversar con ellos y transmitirles la importancia de ser grandes y los conocimientos que en esta etapa pueden adquirir, y de que pueden ir definiendo sus vocaciones.
A estos grandecitos ya puedes explicarles lo importante que es ser buen estudiante desde el inicio y no atrasar tareas ni trabajos, con el objetivo de crear la base para buenas calificaciones, o para completar las que no sean tan buenas.
Es hora de ir retomando los horarios de dormir, que estaban flexibles en vacaciones, pero sobre todo ayudarlos a mantener una actitud positiva, con este inicio de clases, lo que se puede lograr recordando una de estas noches, esas historias graciosas que ocurrieron en la escuela o colegio, el pasado año.
Llevar metas
Es bueno que antes de ir a clases los niños o adolescentes evalúen su año anterior y en nuestra compañía digan qué quieren lograr, ya sea formar parte del cuadro de honor, subir la nota en una materia que estaba floja, o ganar más amigos en su clase.
UN APUNTE
Control de videojuegos
Los padres debemos tener pendiente comenzar a controlar el uso de la televisión y los videojuegos, que de seguro se utilizaban muchas horas en este tiempo libre. El regreso a clases plantea menos horas de juego y más horas de estudio.
