Oficiales de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) practicaron hoy varios allanamientos en residencias de diversos sectores de localidades de la región Este, con el fin de desmantelar una red de narcotraficantes colombianos y dominicanos, a la cual las autoridades decomisaron un cargamento de 597 paquetes de cocaína la mañana de ayer. Los allanamientos son dirigidos por fiscales adjuntos, luego de que el Ministerio Público y las autoridades antidrogas obtuvieran las autorizaciones de allanamientos correspondientes de parte de varios jueces.
Las requisas tienen por objetivo apresar a todos los implicados en la red de tráfico de drogas procedentes desde Colombia, según declaró hoy a El Nacional el vocero de la DNCD, periodista Darío Medrano.
Aseguró que a partir de obtener las referidas órdenes de allanamientos, en las próximas horas serán apresados los demás implicados en la red, que según dijo traía drogas desde Colombia y con la ayuda de dominicanos hacía el trasbordo en alta mar.
Explicó que al referido cartel colombiano las autoridades le daban seguimiento desde hacía días hasta que se logró detectar el cargamento escondido en una cueva de una finca ganadera en el municipio Boca de Yuma, provincia La Altagracia, y apresados un colombiano y un dominicano no identificados hasta el momento. Al colombiano se le incautó una pistola marca Glock 40, calibre 9 milímetros y junto al dominicano serán sometidos a la justicia en las próximas horas, dijo Medrano.
Los 587 paquetes de cocaína incautados estaban distribuidos en 14 bultos y 12 sacos, que fueron enviados al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), una dependencia de la Procuraduría General de la República, a fin de determinar su peso específico y la calidad de la droga.
Ayer, al presentar el cargamento incautado, Darío Medrano dijo que organismos antidrogas, de inteligencia y las Fuerzas Armadas manejaban la información de que por la zona costera de Boca de Yuma llegaría un cargamento de cocaína procedente de Colombia.
Indicó que los narcotraficantes trataron de burlar a las autoridades entrando por un área inhóspita, localizada entre la autovía del Este y San Rafael de Yuma, utilizando mulos para transportar la carga de droga, ignorando que se les daba seguimiento a sus pasos mediante un avión dron.
