El Nacional
El secretario de Interior y Policía, Franklin Almeyda Rancier, afirmó hoy que algunos diputados recibieron dinero de empresas pirotécnicas para dejar perimir el proyecto de ley que prohíbe la venta de fuegos artificiales.
El funcionario dijo que el proyecto de ley, que había sido aprobado en el Senado, sólo estaba a la espera de una segunda lectura para convertirse en ley cuando varios diputados rompieron el quórum y la pieza no pudo ser sancionada.
El proyecto de ley que prohíbe los fuegos artificiales fue aprobada en primera lectura en la Cámara de Diputados, pero en la segunda lectura lo dejaron caer porque las empresas pirotécnicas dieron unos cuartos, dijo.
Almeyda Rancier al participar como invitado en el programa Hoy Mismo, que conducen Cristhian Jiménez, Luisín Mejía y Miguel Franjul, por el canal 9, de Color Visión, expresó que esos legisladores están ubicados y además son de fácil identificación.
Sin embargo, no quiso revelar los nombres de los diputados que habrían recibido dinero para dejar perimir el referido proyecto.
Consideró que la acción de los diputados constituye una vergüenza para el Congreso y para los partidos que lo postularon.
Subrayó que no sabe si fue mucho o poco el dinero que recibieron esos legisladores, pero que está seguro de que las empresas pirotécnicas lograron que la pieza no fuera aprobada.
Manifestó que al ocurrir eso en la Cámara Diputados, lo que ha procedido es a expresarles a las empresas pirotécnicas que Interior y Policía apretará más la muñeca contra la venta de fuegos artificiales.
Dijo que por la actitud que ha asumido en contra de la venta indiscriminada de los fuegos artificiales ha sido sometido a la Suprema Corte de Justicia por esas empresas.
Almeyda Rancier dijo además que el Gobierno ha venido haciendo grandes esfuerzos en el combate al narcotráfico y el crimen organizado en el país, aunque señaló que faltan recursos para enfrentar con mayores éxitos esos flagelos. Manifestó que la mayor parte de los delitos o violencia que se registran en el país son como consecuencia del tráfico de drogas, especialmente el microtráfico.
