Opinión

Alto Gold-Quest

Alto Gold-Quest

No escarmientan ni siquiera bajo la amenaza de Marcha Verde: las mineras siguen siendo corruptoras impenitentes.

Está en marcha una intensa y mentirosa campaña mediática de la Gold-Quest para que se autorice explotar la mina de oro de San Juan de la Maguana, en la que están involucrados el director de Minería, técnicos y funcionarios del organismo y entidades empresariales; sin que conste una aprobación formal de los ministros de Energía y Minas y Medio Ambiente, a quienes se les ha escuchado decir que acatarían el dictamen solicitado a la Academia de Ciencias.

Parece que algo feo se cuece en el Palacio Nacional -y si se trata del permiso de explotación de esa mina- esto habrá de desatar en el Sur del país un movimiento superior al de Loma Miranda, puesto que estaríamos frente a la determinación de convertir esa región agrícola en región minera, con terribles consecuencias sobre las fuentes de agua, la producción de alimentos y el empleo agrícola en toda el área de influencia del Yaque del Sur (de SJM a Azua y de SJM a Barahona).

Un componente relevante de esta trama se apoya en el argumento de que Gold-Quest emplearía una tecnología (explotación por túneles) que supuestamente no ocasionará los graves daños denunciados por quienes, apoyados/as en valoraciones científicas, afirmamos que en los niveles altos y medios de la Cordillera Central la contradicción entre preservar las fuentes de agua y obtener oro es irreconciliable.

Igual comienzan a vender el tremendo embuste de que solo usaría el agua del cielo.
Si bien los daños iniciales de esa modalidad de explotación serían menores que “a cielo abierto”, en vista de que el “oro nativo” existente extraíble de las profundidades es insuficiente para recuperar inversión y generar ganancias, ese proyecto contempla en segunda fase explotar a cielo abierto los óxidos y sulfuros situados más arriba.

Gold-Quest y sus defensores ocultan maliciosamente tanto esa realidad como el conjunto de impactos que a lo largo de la extracción de oro provocarían graves daños a fuentes y correntías de agua: fraccionamiento del curso de los ríos, enorme demanda de agua (en detrimento de agropecuaria, alimentación, empleo y vida humana), contaminación de aguas subterráneas y superficiales, peligrosos impactos y riesgos de las “presas de cola” y estímulos a otras tantas concesiones mineras destructivas solicitadas en esa misma zona.

El alto a Gold Quest, anti-verde por ecocida y corruptora, debe ser masivo y rotundo.

El Nacional

La Voz de Todos