Opinión

Amalgamas pastorales

Amalgamas pastorales

Mucha gente tiene la idea de que lo que se opinó y expresó a nivel de “bases” no llegó a ser asumido a nivel de “cumbre”. Es decir, que en el Plan Nacional de Pastoral (“cumbre”) no se incluyeron las ideas, y propuestas de las organizaciones e individuos de las bases eclesiales (parroquias, Organizaciones Apostólicas, feligreses… ).

Ciertamente, las opiniones de las “bases” tuvieron que ser resumidas y tabuladas repetidamente a distintos niveles: parroquial, zonal, diocesano, nacional. ¿Perdieron por eso su vigencia y autenticidad?

De ser esto verdad, en el Plan Nacional se expresaría una realidad “pastoral” distinta y aun ajena a la verdadera “realidad” eclesial vivida por los dominicanos que costaría  hacerla llegar con las iglesias y obras locales.

Un modo de pensar así tiene que ser enfrentado para no disminuir o drenar los entusiasmos y esfuerzos pastorales que necesita cualquier Plan Pastoral verdaderamente renovador e innovador. Esto tampoco significa que en el Plan Nacional de Pastoral, que hoy es único llamado a ser asumido por todos a cualquier nivel eclesial, deben costar todas y cada una de las ideas y ocurrencias de todos los componentes de las “bases” (individuos e instituciones). Pero nada quita que nos preguntemos y aclaremos: en el Plan Nacional, ¿hubo “censura” y filtro o mera suma y amalgama?

1.- Partamos por admitir que sí (existen ciertas diferencias entre las Tabulaciones hechas a nivel parroquial, zonal y diocesano y las realizadas a nivel interdiocesano y nacional. Pero esas diferencias se reducen más a cuestiones de forma que de “fondo” y contenido cualitativo.

Así, en las tabulaciones a nivel de parroquia, zona pastoral y aun mera diócesis, los datos aportados por las “bases” en cada una de las 10 áreas se agruparon bajo los epígrafes de: Problemas, objetivos y metas. No supone violencia alguna ver bajo esos acápites la clásica trilogía del: ver-juzgar-actuar. Pero, en esas primeras tabulaciones, no se desechó nada importante que surgiera a nivel de “bases”. Hubo mera suma y amalgama.

II.- Algo parecido sucedió con e1 Diagnóstico Pastoral Diocesano, fruto de un Encuentro de los principales agentes de la Pastoral de las Parroquias y Zonas Pastorales, reunidos durante dos o tres días para analizar los datos tabulados en el Resumen Diocesano y seleccionar y aclarar los más importantes y urgentes. A mi modo de entender tampoco ese resumen supuso, a la postre, desechar cuantitativamente los aportes de las bases, sino reordenarlos, jerarquizarlos y calificarlos: EI Plan Nacional trabajaría más directamente sobre esa “calificación” realizada, en esos Encuentros Diocesanos.

En el Diagnóstico Diocesano si hubo ciertos cambios en la mera nomenclatura de los epígrafes bajo los cuales se agruparon los datos. Se les tituló con los siguientes conceptos: Problema Prioritario- Indicadores-Posibles Causas-Causa Principal-Alternativas.  Pero todo el mundo puede fácilmente comprender que, bajo esos cinco epígrafes, subsiste claro también el viejo cliché del: Ver, Juzgar y Actuar.

El Nacional

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