Opinión

Anécdota sobre seriedad y decencia

Anécdota  sobre seriedad y decencia

Para cumplir con mi compromiso todos los jueves que tengo con la prensa en los últimos 30 años, después de haberme iniciado en el Listín Diario con don Rafael Herrera, leía como siempre este viernes 5 los diarios y la panorámica nacional e internacional y me movían tantos temas y tantas noticias como siempre irritantes a las generaciones. Decidi en este momento reflexionar esta vez con un recuerdo mensajero que cree conciencia a la decencia y la honradez que termina siempre respetándolo hasta el ignorante. Mis abuelos por el lado de mi padre Jose Miguel Taveras alias Bilito y por al lado de mi madre Gavino Guzmán Caba.

Esos dos troncos dejaron ambos un ejército de hijos con sucesores y cruces familiares que constituyen una de las familias más numerosas del país, donde incluyen políticos, investigadores y científicos como el famoso Doctor de Harvard Dr Juan Manuel Taveras Rodríguez ideólogo de la Plaza de la Salud y Cedimat, padre de la Neuroradiologia mundial., también destacados profesionales en casi todas las ramas, incluyendo artistas y músicos, entre otros.

Los viejos de mi pueblo de Moca recuerdan anécdotas diferentes de cada uno de esos dos troncos como hombres serios, decentes y de trabajo en dicha provincia.

Cuando el presidente mocano Ramón Cáceres que le gustaban las peleas de gallos, recurría a Gabino Guzmán Caba para que fiscalizara dichas peleas estelares de gallos y garantizara la legalidad de las mismas, al igual Gabino servía de conciliador y mediador entre conflictos que se presentaban en esos predios en aquella época.

Había un personaje pintoresco en aquellos tiempos que se llamaba Marcelino Cruz, alias Manango, que le llamaban el escudero en donde mi abuelo Gabino y que utilizaba su hijo, mi tío Atilio Guzmán Fernández, hermano del general ex jefe del ejercito Jose Emilio Guzmán Fernández aun vivo, por ser Manango un tipo alto, extravagante y valiente apropiado para luchar con la cantidad de gente que iba donde el senador Atilio a buscar empleo y ayudas.

Hay otro personaje que despertó risas, Matili, una especie de Quijote de la Mancha dominicano, a quien le dedicamos uno de mis libros, por sus jocosas salidas, que colindaban entre la genialidad y la locura.

El famoso choque entre Matili y Manango, una vez que Manango enfrento a Matili, porque este critico quejándose que cada vez que iba donde Gabino nunca lo encontraba y al intentar hablar mal de Gabino, Manango le llamo la atención y Matili le dijo, Cállese que yo no hablo con peones. No tengo más espacio.

El Nacional

La Voz de Todos