Puerto Plata. En una noche perfecta miles de dominicanos disfrutaron del concierto inaugural del Anfiteatro de La Puntilla de Puerto Plata a ritmo de la mejor música y una impresionante vista que dejó a más de uno enamorado.
La Fortaleza San Felipe, iluminada con los colores de la bandera, las montañas, el hermoso escenario, el mar con sus juguetonas olas y las estrellas que iluminaban el cielo, complementaron lo que fue una memorable velada.
Una brisa fría azotaba el lugar y aunque nadie llevó abrigo, la solución al clima inició pasadas las 8:00 de la noche. Jhonny Ventura salió a escena interpretando “Merenguero hasta la tambora”, acompañado de Fefita La Grande y Krisspy, rápidamente el público se puso de pie y logró calentarse con el baile.
“Patacón pisao”, La Agarradera” formaron parte del repertorio de Ventura, quien expresó “Que ésta sea realmente la nave que necesita Puerto Plata para despegar turisticamente. Tienen todo para ser la parte más importante del turismo en nuestro país”.
A Ventura, quien fue despedido con gran algarabía, le siguió Chiquito Team Band. Con “Lupita”, “Corazón Salvaje”, “Punto y Aparte”, “La llamada de mi ex”, entre otras, logrando conquistar a todos en su corta actuación.
La bachata estuvo representada por Elvis Martínez “El Jefe” quien no tuvo una gran conexión con los asistentes.
Extensos y cansones intros caracterizaron su presentación, en la que interpretó solo tres temas: “Maestra”, “Ella me engañó” y “Qué me diste a beber”.
A las 10:33 de la noche llegaba a escena, en medio de una ligera llovizna, un hijo de La Novia del Atlántico, el legendario merenguero, Wilfrifo Vargas.
Entre la ovación, inmediatamente Vargas les brindó lo que el público quería, lo mejor de su música. “El africano”, “Abusadora”, “Comején”, “El baile del perrito”, “El jardinero”, fueron bailadas hasta el cansancio.
En un momento Wilfrido pidió a todos que encendieran sus celulares.
Uno a uno se fueron encendiendo hasta crear una especie de cielo en el anfiteatro, en ese momento los acordes de la orquesta comenzaron a sonar con una canción que puso “vueltos locos y sin idea” a más de uno: “Volveré”.
“Me llevo en el corazón todos los aplausos de los hombres, niños y mujeres de Puerto Plata. Un banquete de felicidad me he servido esta noche”, dijo al despedirse.
Con el respeto y la admiración del público fue recibido Fernando Villalona, quien con su himno “Dominicano soy” despertó el patriotismo y el orgullo de ser de esta tierra, desde el niño hasta el adulto del lugar. “Amaneciendo”, “La lluvia” (en el momento en que la llovizna aumentó), “Delirante amor”, “Baile la calle”, completaron el repertorio de El Mayimbe. El merengue continuaba siendo uno de los géneros más aplaudidos, y “El Negrito de Villa”, Sergio Vargas, cerró la participación de este género por todo lo alto.
Sin desperdicios y emocionante estuvo la actuación de Vargas, quien inició con la balada “Y si te quedas qué”. Con sus clásicos “Dile”, “Madre mía”, “La quiero a morir” y con “La ventanita”, Sergio encendió la provincia que vio nacer a su madre Ana Parra.
Habían pasado más de cinco horas de puro sabor musical y el público seguía con la misma energía.
Vakeró era el siguiente de la cartelera y con su banda interpretó “Zumbae”, “Hoy se va a bebé”, “Mami”, “Deja tu envidia” y “Qué mujer tan chula”.
