Cuando se piensa en la imagen de una novelista dominicana de éxito en Estados Unidos, el nombre que llega a la mente, producto de la calidad de su narrativa y de la difusión de que ha sido objeto, se piensa en Julia Álvarez, una marca literaria que se justifica por sí misma.

Pero existe, en esa singular categoría de narradoras de origen dominicano que escriben sólo en inglés, otro nombre de trascendencia, el de Angie Cruz.

Una mujer que hace literatura, nos confiesa, por la conciencia que tiene de la fuerza de su quehacer que “la literatura tiene el poder de romper todos los muros, los de cualquier tipo, sobre todo los culturales, logrando unir identidades y comunidades, sentidos y personas. Hago literatura de imaginación, pero radicada a los ámbitos de vida de nuestra gente latina residente en Estados Unidos, procurando ser un reflejo de las iniciativas y los sueños de superación, como grito, bien escrito, de justicia y anhelos de amor” afirma en su entrevista para la sección Semana de El Nacional.

Nacida en Washington Heights, Nueva York, esta mujer de ascendencia dominicana, es estadounidense por el principio “Ju solis” (territorial) pero optó por inclinarse por sus raíces, alimentando su vínculo con el país, viniendo en cada período de vacaciones a nutrirse de las vivencias dominicanas.

Actualmente es profesora de Literatura Creativa en la Universidad de Pittsburgh, donde imparte clases a estudiantes estadounidenses y los procedentes de muchos otros países, incluidos el Caribe y América Latina. Algunos de sus estudiantes son dominicanos.

La novelista Angie Cruz, estuvo de visita estoy en santo domingo como editora de una revista literaria, Asterixjournal.com que se enfoca al arte y literatura international de mujeres de colores.”.

La narradora indica que ha pasado el tiempo en que los escritores eran seres enigmáticos, encerrados en una burbuja, alejados de la gente.
“La literatura es un lazo vivo y noble que dignifica las modalidades de vida y los comportamientos de los personajes, muchos de ellos inspirados en gente común y corriente y que desconocen que su forma de vida es bujía que enciende la imaginación de millares de personas, una vez que se ha novelado lo que esos personajes viven” afirma Cruz.

En su novelística, Cruz tiene una opción por los temas de hogar, desplazamiento y vida de la clase trabajadora.
Su primera novela Soledad salió la misma semana de el ataque al los edificios gemelos el día de 9/11.

Su segunda novela, Let it rain coffee (Deja que llueva café) salió a la venta coincidiendo la misma semana en que Estados Unidos invadió a Irak, en 2003.
(Es de esperar que su tercera novela, titulada Dominicana, no coincida con alguna tercera guerra regional o mundial. Es la esperanza de todos.)
El crítico Katori Hall, del diario El Globo de Boston, ha escrito sobre Soledad: “Teñido con el realismo mágico de Gabriel García Márquez, la primera novela de Cruz es la del hombre y la mujer, la amnesia selectiva y los recuerdos persistentes, la redención y la supervivencia”.

“Actualmente trabajo el guión de una versión para cine de la novela Soledad, por parte de una productora independiente norteamericana”, nos cuenta en la conversación Es una escritora dominicana digna de leeerse.