Opinión

¿Antagonismo o rebatiña?

¿Antagonismo o rebatiña?

El aparatoso allanamiento a las oficinas del periodista Guillermo Gómez no es la única acción contra la libertad de expresión y difusión del pensamiento que compromete la responsabilidad de Leonel Fernández.  Pero, en este caso, a la aparatosidad se suma el hecho de que la víctima es un periodista adinerado cuya relación con la clase dominante no es solo de compromiso sino de pertenencia.

Leonel Fernández quiso dejar claro que no aceptará que en la rebatiña electorera sean revelados hechos que comprometan el nombre suyo y el de su esposa. El sector que trata de arrebatarle la confianza de la clase dominante y del poder imperialista utiliza informaciones obtenidas mediante tácticas de espionaje, y él responde con los instrumentos de fuerza a su disposición.

Tras firmar un acuerdo con Miguel Vargas Maldonado (pacto que deja en sus manos la Junta Central Electoral), Fernández golpea el sector de Hipólito Mejía para dejarlo aislado.

El victimario es un ente del autoritarismo y las víctimas proceden de grupos oscuros y recalcitrantes. Se trata de contradicciones no antagónicas, aunque esté presente la violencia.

El escándalo que en estos momentos es motivo de comentario, vuelve a mostrar a Leonel Fernández como un gobernante que, aunque habla de democracia y hasta de revolución, acumula poder personal para reforzar su condición de jefe del sistema político. ¿Existe, acaso, mejor definición de autoritarismo no siempre bien disfrazado? Como discípulo de Joaquín Balaguer, utiliza el chantaje y hace todo lo posible para impedir que sus rivales lo utilicen.

Del mismo modo, trata de decidir personalmente la difusión o el ocultamiento de ciertos hechos. Prueba de ello es que no ha difundido los detalles de los acuerdos a que llegó Hipólito Mejía con el Gobierno de Estados Unidos para el tratamiento de los asuntos fronterizos, y no ha revelado tampoco si les da seguimiento.

Hay que decir, además, que ha tenido más éxito que Hipólito Mejía en la creación de un esquema de difusión acorde con sus intereses. No conversa con periodistas que no sean convocados por sus asesores de propaganda, quienes han formado una especie de coro de comunicadores (bien pagados casi todos) que acuden a las ruedas de prensa y a los actos públicos encabezados por él.

Este tipo de prácticas atenta contra el derecho de todas las personas a estar debidamente informadas… El conflicto con Guillermo Gómez y compartes, se tratará en instancias como el Ministerio Público y la alta jerarquía eclesiástica, y meterá la mano la Embajada de Estados Unidos, porque al poder estadounidense sirven Leonel Fernández, Guillermo Gómez y Hipólito Mejía… Así se dirime la rebatiña electorera; pero las acciones contra las mayorías, solo la fuerza del pueblo las hará cesar… No hay duda.

El Nacional

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