Durante esta semana, la Confederación de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Codopyme) ha denunciado que los funcionarios públicos en diferentes instituciones del Estado se niegan a ejecutar el decreto del presidente Danilo Medina que ordena comprar hasta un 20% a la micro, pequeña y mediana empresa. Esta denuncia debe merecer la atención especial del presidente Medina, y de las autoridades encargadas de velar por el cumplimiento de la ley.
Incluso, la denuncia fue acompañada de la afirmación de que grandes suplidores del Estado han constituido, lo que le llaman, Mipymes importadas que compiten y desplazan a las Mipymes legítimas, en las compras gubernamentales, mediante el mecanismo de ofrecer comisiones a dichos funcionarios. Es la demostración clara y evidente de hasta dónde ha llegado el cáncer de la corrupción en el Estado.
Recuerdo que, en el discurso de su toma de posesión, el presidente Danilo Medina prometió ser implacable ante la corrupción, llegando a afirmar que actuaría sobre la base del rumor público. Hasta la fecha, según mis registros, se han denunciado más de 47 casos corrupción en la actual administración, sin que hasta la fecha, las autoridades hayan iniciado investigación alguna. El gobierno ha sido sordo, ciego y mudo.
Es hora de que el presidente Medina, quien ha exhibido una conducta humilde y sencilla en el ejercicio de sus funciones, pase de la palabra a los hechos. Según las encuestas, el 84% de los dominicanos exige sanción a la corrupción, y cero tolerancia a la impunidad. Pero, sin dudas, es el propio gobierno que está obligado a separarse de las inconductas de muchos funcionarios, pasados y presentes, que exhiben patrimonios injustificables, y que, incluso, compiten en actividades comerciales con empresarios que tienen toda una vida ganándose el sudor de su frente.
El procurador general de la República, doctor Francisco Domínguez Brito, tiene la gran oportunidad de empoderarse de la denuncia de Codopyme y enviar las señales para garantizar acción efectiva en contra de la corrupción. De lo contrario, el gobierno actual es una continuación del anterior. Más de lo mismo.
