Opinión

Apoyando el diálogo

Apoyando el diálogo

Obviamente, la dirección del Partido Revolucionario Dominicano no está de acuerdo con el llamado al diálogo hecho por el gobierno del Partido de la Liberación Dominicana y del Partido Reformista, ahora unificado alrededor del presidente Leonel Fernández.

Con esa actitud, la dirección del PRD recoge un sentimiento generalizado de la población, que ve en la convocatoria del oficialismo un acto demagógico y cínico, pues por un lado llama a discutir los temas fundamentales que provocan la crisis económica, pero por otro lado continúa su política lesiva al interés nacional provocando más hambre.

La historia de casi 9 años en el poder de Fernández es de arrogancia y prepotencia, de hablar mucho y  hacer nada; de decir una cosa y hacer otra, de prometer y no cumplir, de huirle a los problemas inventándose un viaje al extranjero para regresar relajado y descansando diciendo que la travesía por esos países lejanos fue maravillosa porque le dejará al país beneficios que nunca se ven.

¿Quién puede creer en la palabra de un hombre que promete bajar el gasto público en un 20% y lo que hace es subirlo? ¿Quién puede creer en la palabra de un presidente que promete nombrar exclusivamente los secretarios y subsecretarios de Estado que manda la ley de cada institución y no ha cumplido? Ha nombrado, en lo que va del nuevo gobierno, casi 400 subsecretarios  y alrededor de 60 secretarios de Estado, la mayoría sin carteras y sin funciones. Lo mismo ha hecho con el servicio exterior, pues ha colocado cónsules y vicecónsules en lugares no hay consulados. 

 ¿Qué sentido puede tener el diálogo cuando todo se compra con dinero? ¿Acaso no es lo que ha ocurrido con una buena parte de los medios de comunicación, periodistas, pastores, jerarcas católicos y una buena parte de los dirigentes políticos de la “oposición”, incluso del PRD? ¿Qué interés puede tener el presidente de la República en debatir los temas nacionales si controla todos los poderes del Estado?

 Hace bien, pues,  el PRD en no responder positivamente. A otro perro con ese hueso. ¿Pero basta con decir no? En modo alguno. El PRD tiene que decir por que no va al debate, cuales son los motivos, las razones, etc. Y juntamente hacer una contrapropuesta que lleve a la acción, una acción de masas, contundente. Ya basta de pasividad.

El presidente Fernández tiene agenda muy personal. No da un paso un falso. El fin último es mantenerse en el poder indefinidamente, con él o sin él. No sería la primera vez que eso se hace en nuestro país y en el mundo. Y el Partido Reformista ha sido comprado y unificado con esos propósitos. Leonel en el poder aunque no sea el presidente de la República

Así como el presidente Fernández tiene su agenda, el PRD debe también tener su plan de retorno al poder.  No puede seguir a la defensiva.

En ese sentido la dirección del PRD (¿?) tiene que darle una respuesta contundente a la propuesta de diálogo del gobierno. Puede ser convocar a un Gran Debate Nacional que incluya a los sectores productivos, sindicales y profesionales, a la sociedad civil, etc. para discutir de verdad el tema eléctrico, el empleo, la seguridad social y ciudadana, la crisis internacional y sus efectos en la economía nuestra, el turismo, el salario, la corrupción, etc. Un debate serio,  sin protagonismos absurdos. El fruto de esas discusiones puede servir de base para el Plan de Nación en el cual trabaja una comisión del PRD que dirige el ex presidente Hipólito Mejía.

El PRD, de igual modo, tiene que, a partir de todos esos elementos diseñar una línea de masas para ponerse al frente de la necesaria lucha popular. El PRD tiene que tomar las calles, no para promover candidaturas, sino para reclamar soluciones…. Para evitar que el gobierno continúe abusando, violando las leyes y la Constitución.

La respuesta del PRD al llamado a diálogo que hace el gobierno, insisto, no puede ser sólo de palabra, con un comunicado, tiene que ir más lejos, tiene que ser convincente.

Pero parece que pido demasiado, porque una gran parte de los dirigentes del PRD están pensando en candidaturas,  actuando en función de intereses grupales y personales. A muchos de ellos no les importa la suerte del pueblo. Quieren que el gobierno se caiga solo, que la imagen de Fernández siga  desplomándose; están creyendo en “va a llover”. No se dan cuenta que  luchan contra un monstruo de 7 cabezas, capaz de tragarse de un  bocado al PRD, como hizo con los reformistas.

El Nacional

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