Opinión

Aprender de Venezuela

Aprender de Venezuela

Orlando Gomez

En su artículo para el periódico Hoy del 1 de agosto de este año la destacada periodista Millizen Uribe escribió sobre las cosas que República Dominicana debe aprender de Venezuela.

Estoy de acuerdo de que, en efecto, nuestro país tiene muchas cosas que aprender de ese país, aunque no coincido en las lecciones que ve Uribe. Después de 13 años advirtiendo sobre el inevitable desastre en Venezuela, veamos las lecciones que debemos aprender de ellos.

El socialismo no funciona, y punto. Repitamos eso para ver si finalmente queda claro en las mentes de los soñadores e intelectuales dominicanos que han insistido con esto desde los años 60, el socialismo no funciona.

La “transferencia de los medios de producción a los trabajadores” siempre va a terminar en un Estado hiperinflado, corrupto y autoritario manejando a su único criterio una economía totalmente destruida, hasta culminar en su total colapso como ya la historia lo ha demostrado una y otra vez.

Repartir el dinero ajeno en “planes sociales” funciona hasta que se acaba el dinero ajeno. Chávez pudo sostener sus tan laureados programas de “ayudas” a las clases más pobres de Venezuela (las llamadas misiones) saqueando a la clase alta y media de Venezuela, y exprimiendo los dólares que por pura chanza le ofreció el alza de los precios del petróleo mientras gobernó.

Una vez huyó o quedo destruido el capital de la clase media y alta, y que los precios del petróleo volvieron a bajar, como siempre ocurre, el país completo no solo volvió a la pobreza de siempre sino que debido a la inherente incapacidad empresarial del Estado, quedó sumido en la escasez y la hiperinflación.

Un país no se destruye de la noche a la mañana, es un esfuerzo que requiere tiempo y mucho ímpetu. Pretender culpar a Maduro de los resultados que heredó de la papa caliente que le pasó Chávez es un ejercicio de ceguera voluntaria.

El absoluto fracaso de Chávez como gobernante era tan predecible como el hecho de que el precio del petróleo fluctúa, por lo que ya establecimos anteriormente, el socialismo no funciona. Los huecos en el sistema que implantó siempre fueron evidentes para el que miró con ojos críticos, todo marchaba bien mientras el petróleo estuviera por las nubes y a la menor seña de bajadas todo colapsaba.

En el 2002 el petróleo baja y se produjo el intento de derrocamiento, en el 2007 el petróleo se desplomó y Chávez perdió un referendo, en el 2010 vuelve a caer el petróleo y en el 2012 Chávez abruptamente pierde su ventaja en las elecciones.

Una última lección que podemos aprender de Venezuela es que, en realidad, “el pueblo” (sin importar el país) está lleno de estúpidos. Todo lo que ocurrió en Venezuela era absolutamente predecible (no me considero mago, y así lo advertí desde el 2004), y no obstante las constantes advertencias, “el pueblo” venezolano votó a favor de su propia destrucción a cambio de un paquetito de bolívares en “ayudas” en ese momento.

Recuperar a Venezuela después del chavismo y llevarla a la normalidad va a tomar décadas. Pero Venezuela no está sola, los ejemplos de pueblos estúpidos abundan recientemente, solo esperemos que el nuestro aprenda de esas lecciones y no cometa la misma estupidez que cometieron los venezolanos.

El Nacional

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